Rousseff y Serra van a segunda vuelta

Con 99,96% de los votos escrutados la oficialista tenía 46,90%

La maquinaria oficialista del Partido de Trabajadores (PT) y el propio presidente Luiz Inácio Lula da Silva no lograron que su abanderada, Dilma Rousseff, ganara en primera vuelta la Presidencia de Brasil.

Tras el escrutinio de 99,96% de los votos, Rousseff se perfilaba como la favorita de los votantes con 46,90% de respaldo frente a 32,62% del opositor José Serra, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB). Sin embargo, este porcentaje es insuficiente para proclamarla vencedora.

En Brasil gana el candidato que obtenga más de 51% de los votos, lo que representa 67,5 de los 135 millones de votantes. Representa la cuarta democracia del mundo.

Mientras que la gran sorpresa de la jornada electoral fue la candidata del Partido Verde (PV), Marina Silva, quien obtuvo 19,33% de los votos y su tolda estaría afianzándose en el Distrito Federal de Brasilia, aunque en el resto de los estados seguiría siendo la tercera opción.

El próximo 31 de octubre asistirían a segunda vuelta como candidatos presidenciales, Rousseff y Serra.

Con anterioridad a estos resultados, el ex presidente Fernando Henrique Cardoso, del PSDB, había vislumbrado la posibilidad de que Marina Silva formara alianza con José Serra para una segunda vuelta.

Por los momentos, la ambientalista no ha confirmado esta posibilidad. De hecho, su tendencia política, ex miembro del PT y ex ministra del Ambiente durante el gobierno de Lula,estaría más próxima a Rousseff que a Serra.

Confirman segunda vuelta

El politólogo Carlos Alberto de Melo estimó en diálogo que el escenario de una segunda vuelta está casi confirmado.

La gran diferencia entre la votación por Rousseff y lo que preveían los sondeos antes de los comicios se debe a que "no se contaba con la votación a Marina Silva", indicó AFP.

"Creo que se trata un poco de voto de protesta de un sector del electorado que no se convencía ni con Rousseff ni con Serra. Y finalmente acababa votando por Silva tal vez para ganar tiempo y forzar un segundo turno", explicó De Melo, profesor del Instituto de Enseñanza e Investigaciones Insper, un centro de análisis independiente de Sao Paulo.

El presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Ricardo Lewandowski, dijo a la prensa que Brasil tuvo "unas elecciones tranquilas, con poquísimos incidentes y sin episodios de violencia. La elección en este inmenso país continental está terminando en un clima de absoluta tranquilidad, total normalidad y fiesta cívica".

El presidente Lula votó en la mañana del día de ayer en la ciudad de Sao Bernardo do Campo, en la periferia de Sao Paulo, donde comenzó su carrera de líder sindical hace treinta años, al tiempo que Rousseff emitió su voto en una escuela de la ciudad de Porto Alegre (Rio Grande do Sul), constataron periodistas de la AFP.

El presidente destacó que Brasil está "viviendo un momento extraordinario de consolidación de la democracia" y de "madurez política".

Por su parte, el opositor socialdemócrata Serra votó en una escuela en Sao Paulo, bastión opositor, al tiempo que Marina Silva lo hizo en Rio Branco, capital del estado de Acre, en la región amazónica, su región natal.

Los 135 millones de electores brasileños escogen a la persona que sucederá a Lula en el palacio de Planalto, así como a 26 gobernadores estatales y del Distrito Federal, en tanto renovarán dos tercios del Senado y los 513 cargos de la Cámara de Diputados, además de las asambleas regionales

Para ocupar esos cargos se presentan en todo el país más de 22.000 candidatos, de los cuales nueve aspiran a ocupar el sillón presidencial.

Cerca de 650 personas fueron detenidas, entre éstas 43 candidatos, el domingo por hacer campaña o por irregularidades como intentar comprar el voto, informó el titular del TSE.