El pintor bogotano Iván Rodríguez Saboyá, expuso en Nueva York



Bogotá, D.C.,Octubre 12 de 2010. La creatividad colombiana representada en todos los géneros de la plástica sigue cosechando éxitos en el exterior, dejando en alto el nombre del país en las principales capitales del mundo.

En esta oportunidad, las buenas noticias provienen del arquitecto y pintor bogotano Iván Rodríguez Saboyá, conocido en el mundo del arte con el seudónimo de Ivanrod, quien luego de múltiples presentaciones individuales y colectivas en Colombia, ofreció una exposición en el Agora Contemporary Fine Art Gallery de Chelsea en Nueva York.
Rodríguez Saboyá es un arquitecto de la Universidad Piloto de Colombia, quien luego de una década de ejercicio de su profesión, descubrió una vocación que lo llevó a experimentar con la interacción entre estructuras, planos, texturas, sombras, tensiones y color, fusionados en la pintura. Como arquitecto ha diseñado sitios conocidos: El Bunker, Kaoba, Icaro, Balsámico, El Jinete Azul y recientemente la Fabbrica.
“Mi trabajo se construye a partir de la interacción de estos elementos. El manejo de un solo color pretende enfocar al espectador en el todo de la obra”, señala el artista, para quien su creación refleja básicamente una idea diferente de la arquitectura, concebida desde una óptica minimalista.

Ivanrod plasma en cada una de sus obras un trabajo limpio, puro, riguroso y cuidadoso en su proporción y en su estética, que refleja un ánimo diferente en el oficio de pintar, retomando elementos de otros reconocidos artistas como Negret, Echeverry, Mondrian y Villamizar, entre otros, que han sido indiscutibles inspiradores de su trabajo, pero a quienes ha interpretado desde su formación como arquitecto.
“Pretendo seguir mi propio camino, evolucionando y enfrentando los desafíos que éste me presente”, sostiene Rodríguez Saboyá quien ha expuesto individual y colectivamente en galerías de Bogotá como Proyecta Arte, Sala de Espera, Compás Arte Galería, entre otras, obteniendo los mejores comentarios de la crítica.

En la fascinante muestra que ofrecerá esta nueva figura de la plástica colombiana, los espectadores se encontrarán con una obra profusa en elementos tan cotidianos, pero a la vez tan poco comunes en una pieza de arte, como tuercas y tornillos, que a la vez que refuerzan su estructura, le dan mayor impacto visual y una percepción tridimensional que constituye un verdadero deleite para los sentidos.

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