'Cantinflas', el creador del arte de hablar sin decir nada

Mario Moreno, el mexicano que alcanzó la inmortalidad, cumpliría 100 años el 12 de agosto.

Aunque falleció en abril de 1993, de un cáncer pulmonar, "el Chaplin hispano", Mario Moreno 'Cantinflas', se mantiene presente en la programación de las cadenas de televisión en español (Citytv, 10:20 a.m., de lunes a viernes) y en la memoria colectiva latinoamericana.

Y es que si existe un ícono mexicano que haya traspasado fronteras y culturas a través del cine, ese es 'Cantinflas', el pícaro 'peladito' de principios del siglo pasado, que llenó de risas las salas de cine de todo el continente.

Mario Fortino Alfonso Moreno Reyes, nacido en un hogar humilde (fue el sexto de una familia de 12 hijos), en Ciudad de México, el 12 de agosto de 1911, popularizó su personaje en decenas de películas, a partir de las cuales llegó a ser el actor mejor pagado del mundo en la década del 50.

'El Mimo de México', como también se le conoce, obtuvo la gloria vestido de un "don nadie", de gabardina raída, pantalones descaderados, un trozo de lazo en vez de cinturón, un sombrerito varias tallas más pequeño y con apariencia de barquito de papel, y un bigote que le hacía parecer como que tenía la boca entre comillas.

Empezó a dar forma a su personaje en escenarios populares, a escondidas de sus padres, en carpas circenses y teatros de Ciudad de México, a los que llegó tras haber pasado por el Ejército y trabajado sin éxito como boxeador en Estados Unidos.

Luego de buscar el éxito con trucos callejeros y con sus habilidades lingüísticas, salta al cine en 1936, a los 25 años, con No te engañes corazón, una cinta que pasó sin pena ni gloria. Cuatro años más tarde estrena Ahí está el detalle, que lo popularizó entre el público internacional.

Del blanco y negro al color

El paso del cine en blanco y negro al tecnicolor le tomó por sorpresa, pero lo aprovechó y surgió "el Cantinflas de la moraleja, el consejero de familia y el terapeuta social", publicó el diario ABC en el editorial que le dedicó después de su muerte.

En sus producciones, narraba en tono juguetón las realidades de su país, con los cambios sociopolíticos y culturales que se sucedieron a partir de los años 30.

Con el nuevo formato, filmó alrededor de 20 éxitos de taquilla, entre ellos El padrecito (1964), Su excelencia (1966) y El barrendero (1981).

También protagonizó La vuelta al mundo en ochenta días, en 1956, con la que conquistó Hollywood, al lado de luminarias como Elizabeth Taylor y David Niven. Así, empezó a ser considerado una estrella de la gran pantalla.

Entre sus numerosos reconocimientos, recibió uno a su trayectoria artística como el mejor comediante, en los Globo de Oro de 1960.
Cuando murió, en abril del 93, The New York Times reveló que Charles Chaplin había dicho una vez, tras ver uno de sus filmes: "Es el más grande comediante vivo".

La grandeza de 'Cantinflas' radicaba en su capacidad para "hablar mucho y no decir nada", dice su hijo, Mario Moreno Ivanova. Sus parlamentos eran juegos de palabras salpicados de chistes e incoherencias, que esgrimía como coartadas para zafarse de los líos en los que se metía en cada filme. Su personaje llevó a que, en 1992, la Real Academia Española de la Lengua incluyera en su diccionario el verbo "cantinflear", que significa actuar o hablar de forma disparatada e incongruente y sin decir nada.

El fotógrafo y pintor Carlos Salazar, autor del artículo 'Cantinflas: del arte del discurso al discurso del arte', definió así su manera de hablar: "El discurso de 'Cantinflas' es seductor porque representa de manera genial la preferencia por la astucia retórica del mundo de hoy. Es un clásico en ese sentido, no porque pretenda imponer alguna mexicanidad, sino porque nos ayuda a descifrar universalmente el mundo que nos rodea".

El sentir de una época

Por su parte, Raúl Ávila, profesor del Centro de Estudios Lingüísticos y Literarios de El Colegio de México, enumera las tres razones de su éxito: "Sus méritos son tres: "(...) el lenguaje que usa, porque él mismo no sabe qué quiere decir y que, por supuesto, confunde a todos; su capacidad cómica para bailar y torear, y por supuesto, su ropa".

Perspicaz, impredecible, risueño y satírico, se valió del humor para defender sus convicciones y los derechos de los artistas y atacar a los ricos y poderosos.

Fuera de cámara, cuenta su hijo, era un hombre de temperamento fuerte, perfeccionista, comprensivo, detallista y leal con sus amigos, que siempre "separó su trabajo de su vida personal". Sus aficiones fueron el toreo y la ganadería.

Contrajo matrimonio con la rusa Valentina Ivanova, su única esposa, aunque concibió a su hijo con una mujer estadounidense, según relata su hijo Mario Moreno Ivanova, quien asegura que su padre se entregó en "cuerpo y alma" a criarlo.

Después de su muerte, empezó un litigio judicial por los derechos de su obra entre su hijo, que reclama la titularidad de sus películas como heredero legítimo universal, y su sobrino, Eduardo Moreno Laparade, quien posee un documento firmado por el actor in articulo mortis, en el que le cede los derechos de 39 de sus cintas.
La disputa sigue, pero ambos harán actos conmemorativos en el aniversario.
Ahí está el detalle...
El lenguaje cantinflesco en sus películas
"El átomo es una cosa tan fuerte, ¿verdad?, que al estallar viene agarrando, porque el roce... Lo más raro de la cosa es que usted al soltar el átomo viene cayendo poco a poco y parece que no roza, pero llega el momento, ¿verdad?, que explota...".

'Soy un prófugo', de 1946.

"Estamos en guerra porque ya estamos. ¿Por qué razones?, ustedes me dirán. Y yo les contestaré: razones fundamentales que todo conglomerado debe entender y son tres: la primera, la segunda y la tercera".

'Un día con el diablo', 1945.

"¿Para qué queremos automóviles si todavía andamos descalzos?".

Película 'Su excelencia', de 1967.
Yo cantinfleo, tú cantinfleas
Cantinflear no ha sido un arte potestativo de 'Cantinflas'; con frecuencia le compiten los políticos, los dirigentes, la gente del espectáculo, a veces para explicar de manera evasiva una pregunta clara y a veces por nervios:

- "Yo creo que el hombre se complementa al hombre, mujer con mujer, hombre con hombre, y también mujer a hombre del mismo modo en el sentido contrario". Verónica Velásquez, Señorita Antioquia 2008.

- "Es mejor ser rico que pobre". 'Kid Pambelé' .

- "La corrupción es inherente a la naturaleza humana". Miguel Nule.

- "(...) que voy a echar reversa para atrás". 'El Bolillo' Gómez.

- "Perder es ganar un poco. Solo los inteligentes podrían entenderlo". Francisco Maturana.

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