Andrés en Caracas

Andrés Carne de Res se prepara para dar dos grandes saltos en su carrera de expansión: entrar a Venezuela y abrir un hotel en Cartagena. También contempla una eventual salida a la Bolsa.

"Este invierno no lo hubiera aguantado solo. Me habría quebrado, porque no tenía ni la capacidad, ni el músculo financiero. Pero la diversificación me salvó".

Así, Andrés Jaramillo hace referencia al impacto que generó el invierno en su negocio de Chía, el emblemático restaurante, bar y bailadero Andrés Carne de Res, que en el pasado mes de mayo registró una caída en sus ventas cercana a 24%. "La prensa nos dio muy duro con las fotos e imágenes de Chía inundado", dice.

Esta situación empezó a generar rumores sobre eventuales dificultades en la operación. Sin embargo, Andrés Jaramillo y el gerente de la empresa, Guillermo Beltrán, con cifras en mano desmienten estas versiones y, por el contrario, muestran crecimientos en el total de la operación.

El año pasado, la sociedad Inversiones Guadalupe y Amigos, que incluye Andrés Carne de Res, en Chía; Andrés DC, ubicado en el centro comercial El Retiro al norte de Bogotá; y un piloto de Andrés Express, un restaurante de carretera situado al frente del local principal en Chía, reportaron ingresos cercanos a $69.000 millones, 43% más que en 2009.

De esta sociedad hacen parte Jaramillo, que tiene 40%, el fondo Seaf, con 17%, e inversionistas privados que participan con el 43% restante. Sin embargo, no es el único negocio. Hay que añadir también la operación que se inició a mediados del año pasado: La Plaza de Andrés, un concepto de comidas rápidas, también ubicado en el centro comercial El Retiro, y que hace parte de la sociedad Señora del Carmen, que tiene los mismos socios y las mismas participaciones, y que suma $6.000 millones más en las ventas totales.

Al mirar la composición de los ingresos, Andrés DC empieza a adquirir un papel protagónico, pues registró ventas en 2010 por $32.000 millones; $1.000 millones por encima de lo que facturó Andrés en Chía.

Este año, los negocios arrancaron bien con incrementos que, en total de la compañía, superaron 30%. Pero en abril y mayo, cuando llegó el invierno, el crecimiento en Chía empezó a desacelerarse. En abril creció 11,4%; pero en mayo vino la destorcida y sus ingresos cayeron casi 24%, frente al mismo mes de 2010.

No obstante, Andrés DC respondió y obtuvo crecimientos de más de 28% en cada uno de estos dos meses. Según las cifras de la compañía, los ingresos operacionales de todos los negocios -sumada La Plaza-, entre enero y mayo de este año, crecieron 32% y llegaron a $30.572 millones.

Sin duda, Andrés DC viene jalonando. En los primeros cinco meses del año facturó cerca de $14.400 millones, en tanto que Andrés Carne de Res llegó a $10.800 millones.

¿Se están canibalizando estos dos restaurantes? Para Beltrán y Jaramillo la respuesta es no. Mientras en 2009 el local en Chía tuvo ventas por $34.000 millones, en 2010 cayó a $31.000 millones; no obstante, el local de Bogota facturó $38.000 millones. Es decir, ambos restaurantes sumaron ingresos por $69.000 millones. Esto significaría que de cada 100 personas que iban a Chía el año pasado, únicamente 8,6 se fueron para Bogotá. "Se tiene que hacer la sumatoria de las dos empresas para ver si creció la compañía o no y ahí es donde da el salto", explica Beltrán. "Además, esto tiene una explicación: Andrés DC está abierto siete días a la semana, mientras Andrés Carne de Res abre solo cuatro; de hecho, el tiquete promedio es más alto en Andrés DC -por la comida- que en Chía -que es más rumba-", dice Beltrán.

Para Jaramillo, aunque la diversificación funciona y está dando resultados, no es tiempo de cantar victoria. "Hay que hacer algunos ajustes. Por ejemplo, Andrés DC necesita más calidez y en Chía hay que recuperar los jueves. Antes tenía unas 500 personas y hoy van entre 200 y 250. Tenemos que llevar a Chía el turismo extranjero y desarrollar campañas para atraerlos. Además, incluir matrimonios para ese día", dice Jaramillo.

El otro reto es el laboral. Beltrán asegura que el número de empleados entre enero y mayo ha crecido 15,7% en toda la operación. "Paradójicamente, donde se han registrado reducciones es en Andrés DC, porque la operación se ha venido ajustando y se están obteniendo mayores eficiencias. El reto es alcanzar una rotación de personal de al menos 50%", agrega.

Lo que viene
A pesar de la coyuntura, los planes de Andrés no se detienen. En el corto plazo ya tiene listas dos nuevas operaciones. En menos de un mes estaría definido el ingreso del modelo de Andrés Carne de Res en Caracas, Venezuela. "Vamos a manejar la llegada a ese país a través de una franquicia a unos operadores venezolanos. El nivel de riesgo es importante pero Andrés es una marca de riesgos", dice Beltrán.

Y, la otra, un hotel boutique en Cartagena. La sociedad ya adquirió una casona en la ciudad amurallada y su entrada en operación demorará unos 14 meses. Tendrá unas 25 habitaciones, un bar y sitio para eventos especiales en el Corralito de Piedra. Su nombre aún no se ha definido.

También avanza en la búsqueda de un operador que le permita la entrada al menos a tres grandes ciudades de Estados Unidos. "Y ya tenemos ofertas de otros países como España y hasta Dubái", dice Héctor Cateriano, director del fondo Seaf.

El modelo de la Plaza de Andrés también tiene potencial. "Esperamos abrir -dice Beltrán- al menos otras tres plazas en Bogotá y dar el salto a los regionales". Una de las opciones que se analiza es abrir un local en el Aeropuerto Eldorado.

Fácilmente, para los próximos tres años su crecimiento podría requerir inversiones del orden de $80.000 millones. ¿De dónde saldrán los recursos? La primera fuente, de los socios, y luego tratar de recurrir a sistemas alternativos de financiación, "no podemos endeudar tanto la compañía que hoy está en niveles de 40%". Se estudian varias posibilidades: profundizar el modelo de franquicias, nuevos socios privados y hasta una eventual salida a Bolsa, apalancada en una marca tan poderosa como Andrés.

Esta última operación, por su nivel actual y proyectado de ingresos, sería un objetivo a unos cinco años, pues los niveles de venta deben estar cercanos a los $250.000 millones. Con las unidades que hoy tiene, su plan de ingresos llegaría, en 2014, a $150.000 millones, por lo que se hace prioritario avanzar en una expansión para poder obtener estos recursos frescos.

Andrés, cuando arrancó operaciones, tuvo 5.000 personas al año. En 2010, llegó a 1,8 millones de comensales y, con el crecimiento esperado, espera llegar a 5 millones.

El reto es gigantesco. Armonizar un modelo de negocio que ha sido exitoso alrededor de un icono como lo es Andrés Carne de Res en Chía, con otros, más estandarizados, eficientes y productivos que le permitieron a Jaramillo diversificarse y sobreaguar el invierno, es una tarea que se construye todos los días.

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