Cada vez se impone más el trabajo lejos de las oficinas


Nos hallamos inmersos en una revolución laboral que está cambiando la forma de funcionar de las organizaciones, la manera de vivir de la gente y el modo en el que nos relacionamos con el ambiente. Cada vez hay más personas que no van a trabajar; el trabajo llega hasta ellas.

La tecnología, cómo no, ha sido el catalizador. Cuando se pueden comparar diferentes ideas e intercambiar documentos electrónicamente, realizar trabajos a distancia y comunicarse por el teléfono móvil, ya no hay necesidad de estar presentes en un mismo lugar. Las viejas jerarquías se están resquebrajando y las rutinas de siempre van perdiendo su importancia.

Cada vez hay más personas que eligen trabajar lejos de una oficina tradicional. A modo de ejemplo, casi 24 millones de personas trabajan en la actualidad en Estados Unidos desde casa, lo que supone 16 por ciento del total de la población activa. Las últimas cifras publicadas por la Oficina de Estadísticas de Empleo de Estados Unidos reflejan un aumento de 19,8 a 20,7 millones de teletrabajadores de 2001 a 2004, lo que supone un crecimiento de 5 por ciento. Aún más revelador es el hecho de que 99 por ciento de estas personas son teletrabajadores, es decir, que usan ordenadores y telecomunicaciones para trabajar.

En realidad hay muy pocas personas que deseen trabajar desde casa a tiempo completo. Por razones obvias es la solución ideal para madres jóvenes, pero otras personas se sienten aisladas en casa, les faltan estímulos o tienen que luchar con sus familiares para conseguir el espacio y la atención que necesitan. Así que, aunque se haya escrito mucho sobre el aumento del trabajo desde casa, y en Regus somos totalmente conscientes de que una gran parte de nuestros 500.000 clientes trabajan desde casa al menos a tiempo parcial, lo más sorprendente es la nueva flexibilidad que muestran los trabajadores. Es cierto que trabajamos desde casa, pero también lo hacemos en movimiento. De hecho ahora se puede trabajar desde donde sea, y esto es lo que está cambiando la forma en que organizamos nuestras vidas.

La tendencia

Lo que hace de esto una tendencia irrefrenable, es que constituye el núcleo de la actividad empresarial en cualquier parte del mundo. Hemos visto cómo el sector servicios ha eclipsado la industria tradicional en unas pocas décadas. Ahora estamos viendo cómo la expansión del trabajo flexible está cambiando la naturaleza de las empresas, impulsando la nueva economía y ayudándonos a decidir cómo queremos vivir.

No es una coincidencia que los trabajadores flexibles sean bastante más conscientes que sus predecesores de la importancia del medio ambiente, ni que lleven una vida mucho más sostenible, con menos desplazamientos, menos contaminación y más uso de los recursos próximos al hogar.

Es increíble, pero ya han pasado diez años desde que Daniel Pink, antiguo redactor de los discursos de Al Gore, escribiera su libro Free Agent Nation, en el que comparaba el incipiente estilo de vida del trabajador flexible con el estilo de vida tradicional del "hombre de empresa" de finales del siglo XX. Pink fue uno de los primeros en considerar las formas en las que había que apoyar a estos lobos solitarios para que mantuviesen un vínculo con la empresa y con la sociedad: lugares de reunión y redes físicas y virtuales.

Pero, mientras que Pink se centró en los trabajadores autónomos, el trabajador flexible de la actualidad también es un empleado, aunque en una forma muy diferente de la tradicional relación entre empresa y empleado. La diferencia de hoy estriba en que el poder no pertenece ni a la organización ni a la empresa, sino a los propios trabajadores flexibles.

Las empresas progresistas reconocen este desplazamiento del poder y están dispuestas a cambiar sus modelos organizativos para atraer a las personas más capaces y brillantes. IBM deja a casi el 40 por ciento de su plantilla que trabaje desde casa si así lo desea, y KPMG ofrece la misma opción a aproximadamente 5.000 de sus trabajadores en el Reino Unido.

La mujer, como es natural, ya se ha beneficiado enormemente de la mayor flexibilidad en el trabajo, y hará que dicha flexibilidad siga aumentando. En Regus realizamos hace un mes un estudio exhaustivo cuyos resultados reflejan que casi la mitad de las empresas de todo el mundo tiene previsto contratar a madres a tiempo parcial durante los dos próximos años. En India casi el 64 por ciento de las empresas tiene pensado contratar a madres que vuelven a trabajar tras su baja por maternidad.

El trabajo flexible no sólo favorece a la mujer. Favorece a cualquiera que tenga dificultades para llegar a un lugar de trabajo cinco días a la semana (padres, cuidadores o personas con discapacidad). Muchas de estas personas se han capacitado para el teletrabajo y hasta hace poco no han podido empezar a aplicar a pleno rendimiento dichas capacidades. La nueva clase trabajadora es cada vez más diversa, y es lo mejor que podría ocurrir.

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