Los peores consejos de belleza que nos dio internet

En Internet conseguimos de todo… incluso unas muy, muy malas ideas:

Ponerte laca como sellador de maquillaje

Es un truquito de bailarines ponerse laca en la cara para que el maquillaje no se les corra mientras bailan y sudan. Todo está muy bien hasta que caes en conciencia de que te estás disparando sustancias tóxicas directamente en la cara. Además, terminas con la cara empegostada y no se ve nada natural.

Mayonesa en el pelo.

Sí, está full de aceites que funcionan como las mil maravillas en tu pelo, pero ¿sabes lo difícil que es sacártela del pelo? Tres champús después, todavía el pelo te sigue oliendo a mayonesa. Y es igual de difícil de sacarle la esencia a ensalada a la ducha. Este tip va en la categoría de “efectivo, pero complicado”. Lo mismo pasa con la yema de huevo, ¿o nunca te lanzaron uno en el pelo en carnaval?

Pasta de dientes para los granitos.

Este remedio casero es lo PEOR que le puedes hacer a tu adorada carita. La pasta de dientes no solo reseca esa pepa que no te deja salir de la casa, también irrita la piel que está alrededor (que ya de por sí se encuentra sensible porque está tratando de expulsar el cuerpo extraño) y causa enrojecimiento en esa zona de la cara.

Sacarte tú misma las cejas.

A menos que te estés quitando dos pelitos rebeldes que simplemente no quieren acoplarse, definir tú solita la forma de tus cejas no es una muy buena idea. Ve con una profesional y cuando veas que están empezando a salir de nuevo, saca los cortitos y así te las mantienes tú misma, según la forma que realizó ella. Pero por favor, evítate tener que lucir sorprendida durante un mes.

Pega para los puntos negros.

Es desastroso y cero efectivo, además ¿sustancias tóxicas en la cara? No, gracias.

Afeitarte las axilas.

Esta es, sin duda, la peor idea que hemos leído en mucho tiempo. Los vellitos crecerán el doble de oscuros y gruesos y vas a tener que afeitarte cada dos días para mantenerlo. No es buena idea, mejor depílate, tu piel te lo va a agradecer.