Colombia tiene futuro en la industria de bombillos



Reemplazar los focos ahorraría millones de dólares al año, dice presidente mundial de lámparas fluorescentes de Philips.

Para hacer sentir su conciencia 'verde' no hace falta salir a las calles con pancartas en contra del calentamiento global, ni irse a altamar a perseguir barcos balleneros; es tan sencillo como reemplazar las bombillas incandescentes de su hogar por aquellas 'ahorradoras', que son 10 veces más costosas que las corrientes, pero cuyo retorno de la inversión se logra a los cuatro meses.

Así lo explica Mahesh Iyer, presidente mundial de la división de lámparas fluorescentes de Philips, un ejecutivo de origen indio con sede en Hong Kong que se encarga de llevar la estrategia de ahorro de energía a través de los productos de su empresa.

Iyer explica que Colombia y otros mercados de la región son interesantes para Philips debido a que aún no se ha realizado un reemplazo de las tecnologías de bombillas convencionales por las que comienzan a venderse en el mercado, como las de tipo fluorescente (son las mismas que venden en el comercio bajo el nombre de ahorradoras, o CFL, sigla en inglés de Compact Fluorescent Lamp).

También existen otras tecnologías que comienzan a expandirse, como las de tipo LED (sigla en inglés de Light Emitting Diode). El experto comenta que según experimentos de laboratorio, una bombilla CFL ahorra hasta un 80 por ciento de energía, comparada con sus contrapartes incandescentes: "Encender una bombilla incandescente de 100 vatios durante tres horas al día cuesta 12 dólares al cabo de un año, mientras que una CFL de la misma capacidad lumínica genera un costo de 2,5 dólares", explica Iyer.

Adicionalmente, el directivo confía en que el latinoamericano será un mercado propicio para su negocio, dado que "el crecimiento de las economías de la región es estable y próspero", y que el poder adquisitivo y la conciencia de ahorro se han incrementado en los últimos años.

"Claro que se requiere de un proceso de educación para que los compradores vean las ventajas de adquirir un bombillo CFL por un mayor precio inicial, pero que ahorra dinero en el mediano y largo plazo", explica Iyer.

La vida útil es otra de las ventajas que las bombillas CFL tienen sobre las tradicionales incandescentes, pues las primeras ofrecen una duración de 8.000 horas, contra unas 1.500 de un bombillo corriente. Pero la que más dura es la bombilla tipo LED: 25.000 horas, aunque mucho más costosa que las mismas CFL.

En cuanto a Colombia, Iyer asegura que es una 'perla', pues Philips lleva 70 años en el país y ha logrado posicionar su marca y sus productos como "confiables, responsables y de calidad". Philips ve en Colombia grandes posibilidades de crecimiento, dadas la estabilidad jurídica y el crecimiento sostenido de la economía.

Asia y América Latina, el futuro

Según Mahesh Iyer, la empresa tiene puestas sus mayores esperanzas de crecimiento para la industria de la iluminación en los mercados de Asia y A. Latina. En Colombia, la expectativa de negocio es aún mayor, dadas las leyes sobre ahorro de energía en hogares e industrias que ya están en vigor y dado el argumento del ahorro, si se tiene en cuenta, según Iyer, que el costo de la energía en Colombia "no es el más barato de la región".

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