EAN estrena edificio bioclimático

Enclavada en el tradicional sector de El Nogal, la nueva sede de la Universidad EAN se destaca por fachada color verde y su diseño sostenible.

Vanguardista, así se puede describir la nueva sede de la EAN que celebró sus 44 años de historia con la apertura de una nueva sede que logró tener altos valores de sostenibilidad en su desarrollo y configuración.

Su imponente exterior de láminas casi fluorescentes en los ventanales, lo destaca de sus antiguas edificaciones vecinas que se aprecian en detalle durante los largos trancones de la Carrera 11, en Bogotá. Su diseño moderno, con balcones salidos y cortasoles, genera una sensación de confort en pleno caos capitalino.

Las características sostenibles (tanto en el desarrollo, como en el resultado final) representan el mayor logro del inmueble, que desde su concepción buscó el bienestar general de los estudiantes y de toda la comunidad académica.

El diseño bioclimático que emplea la edificación tiene ventilación natural y los cortasoles de fachada funcionan para mantener una temperatura fresca al interior de las aulas y corredores sin emplear ventilación mecánica, lo que produce un importante ahorro en el consumo de energía diaria.

Otra estrategia para conseguir ahorros energéticos fue recurrir, de forma constante, a la iluminación natural. Gracias a que los cuatro costados exteriores tienen en la fachada vidrios transparentes gigantes se logra sacar valioso provecho de los rayos solares.

Sergio Rodríguez, director de planta física la EAN, explica que -con el fin de maximizar el consumo de agua- el edificio cuenta con un sistema de recolección de agua lluvia que es tratada y usada en sanitarios, orinales y riego de jardines.

Estos valores amigables con el medio ambiente responden a la tendencia actual de universidades, que están buscando como diferencial en el mercado una oferta que no sólo se centre en programas académicos, sino también en todo el entorno donde se capacita y labora la comunidad educativa.

Espacios de calidad

La distribución de las áreas marcó el diseño del edificio. Las amplias zonas comunes, la disposición espacial de los salones y los valores acústicos permiten que tanto profesores, como alumnos logren una mayor concentración en las actividades académicas.

“Esperamos que el estudiantado valore la arquitectura, su innovación y concepto de espacios flexibles y pensados en diferentes ambientes como biblioteca adecuada, salas con número amplio de computadores y salones reservados para grupos pequeños de estudio”, comenta Juan Enrique Castañeda, vicerrector financiero de la EAN.

Las aulas especializadas marcan la pauta. El complejo tiene el novedoso Data Center, que cuenta con la infraestructura con aire de precisión, sistema de detección y extinción de incendios con agente limpio y las medidas de seguridad como control de acceso.

“Las salas de computo tienen ventilación mecánica para controlar las altas temperaturas generadas por los equipos y energía regulada que evita la pérdida de información durante un apagón mientras la planta eléctrica del edificio brinda la suplencia de energía”, afirma Sergio Rodríguez.

Los auditorios cuentan con medios audiovisuales necesarios, debidamente automatizados, desde un control central. La ventilación se controla de forma mecánica para mantener una temperatura ambiente.

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