Cónclave: los cardenales empiezan elección del nuevo papa

Se cerraron puertas de la Capilla Sixtina. A partir de ahora, fieles esperan el humo blanco.


Las puertas de la Capilla Sixtina se cerraron el martes, dejando al interior a los 115 cardenales católicos romanos al comienzo del cónclave para elegir al próximo Papa. 

Con la orden en latín "Extra Omnes" (todos afuera), el maestro de ceremonias ordenó a todos los que no están involucrados en la votación secreta que dejaran la capilla. Las puertas se cerraron. A unos pocos asistentes se les permite permanecer adentro para ofrecer asistencia pero deben dejar el lugar cada vez que los cardenales voten.

Antes, los electores congregados en la Capilla Sixtina juraron en forma colectiva guardar silencio sobre cuanto ocurra en el cónclave que elegirá a un nuevo Papa.

Luego cada purpurado, comenzando por el cardenal italiano Giovanni Battista Re, el decano del cónclave, juró individualmente, con la mano sobre los Evangelios y repitiendo la fórmula en latín.

Los cardenales entraron en la Capilla Sixtina a las 16.30 hora local (10: 30 hora de Colombia), tras reunirse un cuarto de hora antes en la cercana capilla Paulina para una oración inicial, tras la cual el purpurado que preside el rito, el cardenal Giovanni Battista Re, les recordó en latín, lengua en la que se desarrolla el ritual, que están allí para elegir al Sumo Pontífice.

Desde la capilla Paulina comenzó la procesión, que atravesó la Sala Regia para llegar hasta la colindante Sixtina. Una cruz abrió la procesión, seguida de la Capilla Musical Pontificia, algunos prelados, los ceremonieros, el secretario del colegio cardenalicio, Lorenzo Baldisseri; el vicecamarlengo, Pier Luigi Celata, y el cardenal octogenario maltés Prosper Grech, encargado de pronunciar la última meditación antes del voto, y el Maestro de las Celebraciones Pontificia, Guido Marini.

Detrás los cardenales, en orden inverso de precedencia: primero los de la orden de los diáconos, seguidos de presbítero y de los obispos. La procesión la cerró el purpurado Giovanni Battista Re, que es el cardenal de la orden de los obispos más antiguo, debido a que tanto el decano del colegio cardenalicio como el vicedecano, Angelo Sodano y Roger Etchegaray, no pueden entrar en el cónclave al tener más de 80 años y la normativa vaticana impide a los purpurados octogenarios votar, aunque si pueden ser elegidos.

Todos entraron recitando las letanías en la capilla Sixtina, que sigue siendo el tradicional lugar donde, bajo el fresco del "Juicio Final" de Miguel Ángel, se elegirá al sucesor del papa Ratzinger.

En el recinto están el Sustituto de la Secretaria de Estado, Angelo Becciu; el Secretario para las Relaciones con los Estados, Dominique Mamberti. También el Prefecto de la Casa Pontificia, Georg Ganswein; religiosos de la sacristía de la Sixtina, los sacerdotes que se encargarán de las confesiones de los cardenales, y el Comandante de la Guardia Suiza Pontificia, Elmar Mäder, como establece el ceremonial.

Expectativa en San Pedro

Entre tanto, centenares de fieles se congregan con expectación y curiosidad, en la Plaza San Pedro, frente a la Basílica donde se celebró la gran misa previa al cónclave que elegirá al sucesor del papa Benedicto XVI.

"Benedicto fue un buen Papa, pero rezo para que el próximo tenga el carisma suficiente para unirse a la gente, porque eso también le hará fuerte", explicó la hermana Caterina, de 53 años, una monja de Croacia con una cruz colgada al cuello.

Desde primeras horas de la mañana se formó una larga cola para acceder a la imponente Basílica de San Pedro, donde los cardenales, entre ellos los 115 que tienen derecho a voto, celebraron la misa 'Pro Eligendo Pontifice' previa al cónclave. 

"Ojalá elijan un papa con mucha fuerza, sabiduría, mucha coherencia. Y que resuelva los escándalos de Vatileaks!", explicó Verónica, una mexicana, de 30 años, que viajó con su marido y su hijo para ver de cerca a quien resulte electo como 266º jefe de la Iglesia católica. 

Los cardenales se aislarán este martes en la Capilla Sixtina, bajo los magníficos frescos de Miguel Ángel, para elegir al próximo Sumo Pontífice, en una de las elecciones más rituales y secretas del mundo. 

A pesar de las nubes negras, que desembocaron en una tormenta intensa pero breve sobre la Plaza de San Pedro, los fieles permanecen en la explanada siguiendo las casi dos horas de misa por las pantallas gigantes instaladas por el Vaticano, las mismas que a partir de este martes empezarán a mostrar la chimenea por donde saldrá el humo blanco anunciando que hay un nuevo papa. 

"La iglesia tiene dos almas, la parte de la fe y la parte política", explica un joven latinoamericano, empleado del Vaticano, que pidió no ser identificado porque, asegura con una sonrisa, en "el Vaticano no hay sindicatos".

Según este guía, que asegura conocer a fondo la Iglesia y sus secretos y acompaña a los turistas para descubrir el estado más pequeño del mundo,la institución tiene que volver al Concilio Vaticano II, que en los años 1960 modernizó la Iglesia. 

"El programa está ahí, sólo hay que aplicarlo", afirma. Otros católicos son mucho más reservados sobre el perfil que debería tener el nuevo papa y, aunque son conscientes de los problemas, destacan la proximidad de la Iglesia con el pueblo, sobre todo en Latinoamérica. 

"Se dicen muchas cosas de la Iglesia pero mi experiencia es la cercanía con la gente", explica Sergio Vázquez, un sacerdote de Ciudad de México. Dentro de la Basílica, el decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, pidió "humildad", "unidad de a Iglesia" y "cooperación" con el próximo papa, lo mismo que piden muchos católicos.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

A Cuevana le quieren dar una taza de 'SOPA'

Nuevo Sparkies Crunchy

Digibee nombra a Jorge Sánchez como Partner Account Manager