Regreso a clases: Conozca el uso correcto de los morrales


Totto, compañía líder en la producción de estos artículos, le da las pautas para tener en cuenta a la hora de adquirirlos y usarlos.

Terminan las vacaciones y la mayoría de estudiantes, tanto de colegio como de universidad, se alista para retornar a clases con todos los útiles y elementos que ello implica.

Y uno de los más importantes para cualquier actividad académica es el morral, el cual se constituye hoy en día como una herramienta de trabajo indispensable dado el servicio que presta, por lo que se requiere conocer las pautas para darle un mejor uso.

Teniendo en cuenta lo anterior, la firma colombiana Totto, líder internacional en la producción de estos artículos, hace una serie de recomendaciones tanto para sacarles el máximo provecho como para evitar problemas de salud por culpa de un indebido uso de los mismos.

De acuerdo con Miguel Simhon, de la Dirección de Maletines de Totto, en la actualidad se busca utilizar los mejores materiales en lo que respecta a resistencia, durabilidad y diseño, pero a la vez ofreciendo altos estándares de ergonomía para que sean más cómodos y fáciles de llevar a todas partes.

Por ejemplo, es importante tener en cuenta que las correas sean acolchadas y en forma de “S” para que se ajusten mejor al cuerpo, con espaldares igualmente acolchados o moldeados con canales de ventilación para mayor comodidad y transpiración.

La variedad en los tamaños es importante con el fin de lograr un mejor ajuste de acuerdo con la medida del torso de quien lo lleve, en tanto que las manijas deben facilitar el agarre y el levantamiento.

Un aspecto clave que caracteriza a los morrales de última generación tiene que ver con el número de compartimentos que contenga, ya que ello permite distribuir el peso de manera óptima; de tal manera, se recomienda empacar los artículos más pesados en la parte posterior y los más livianos en la parte frontal.

Según Simhon, el peso total del morral no debe superar 10% o 15% del peso total de la persona, es decir que si se trata de un niño de 35 kilos, lo que contenga el morral debe oscilar como máximo entre 3,5 y 5 kilos, pues si el peso es mayor se pueden presentar problemas en la espalda u otros más graves.

Al respecto, se sugiere tener en cuenta que si el torso (espalda) de la persona mide entre 38 y 46 cm, debe usar un morral talla S; si oscila entre 46 y 51 cm, debe usar M, y si mide más de 51 cm, la talla apropiada es L.

No obstante, para quienes deseen evitar el peso en la espalda pueden optar por un morral con ruedas, pero los que prefieran los tradicionales deben estar seguros de que las correas sean ajustables; las cargaderas se deben ajustar de tal forma que el morral quede unos 5 cm por encima de la cintura.

Por último, y teniendo en cuenta que cada vez es más usual que los estudiantes lleven consigo portátiles, celulares, cámaras y otros aparatos electrónicos, se recomienda verificar que el morral cuente con los compartimentos necesarios para este tipo de elementos y los correspondientes paneles solares para recargas.

“Teniendo en cuenta estas pautas, los estudiantes van a hacer un mejor uso de sus morrales y, con toda seguridad, los van a disfrutar más, sacándoles el máximo provecho sin afectar su salud física”, concluye el directivo.

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