La última cena de Michel Cárdenas

El artista colombo-holandés, quien sufre de un Parkinson terminal, ha decidido morir este próximo martes 2 de junio. Radicado desde hace décadas en Holanda, es uno de los pioneros del performance, la instalación y los medios electrónicos. El Instituto de Visión, en Bogotá, celebra la obra de un hombre que jamás fue comprendida en su país. 

Instituto de Visión, un espacio de exhibición y colectivo de investigación sobre arte, además de galería, ubicado en el barrio San Felipe, de Bogotá, organizó el pasado viernes 21 de mayo una última cena en honor al artista Miguel Ángel Cárdenas en la que se discutió el arte queer y se tomó sopa como en su vídeo What a good soup, como parte de la exposición que estará exhibiéndose hasta el 4 de junio. 

Cárdenas, aunque desconocido para muchos, es considerado uno de los pioneros del arte performático en Colombia, a pesar de que partió del país hace cincuenta años hacia Holanda. Nacido en 1934, en El Espinal, Tolima, se formó como arquitecto en la Universidad Nacional, pero siempre se interesó por las artes visuales y la danza. Influenciado por el modernismo y las tendencias abstractas del momento, inicialmente expuso pinturas en la Luis Ángel Arango y en la Biblioteca Nacional. En 1962 se ganó una beca de Colcultura y viajó a Barcelona a hacer una práctica en grabado.

Cárdenas explora el calentamiento a través de fotografías como Cárdenas calienta el sol, que retrata el calentamiento de un huevo que termina quemándose. Otras de sus obras abordan el mismo tema, como los happenings en Holanda en los que calienta un canal de agua con calentadores. Wills dice que cuando Cárdenas emigró de España a Holanda se dio cuenta de que llegaba a una cultura muy fría: “Se fue de un país a otro buscando la liberación sexual, pero cayó en la cuenta de que la cultura holandesa es muy fría. Por eso empieza a hacer happenings calentando a las familias con su calor latino. Ahí todavía no había entrado en sus temáticas sexuales sino que, de una manera más ingenua o dulce, se sentaba con ellos a conversar, hacer café, o acariciar”.

Su faceta más transgresora se ve en los vídeos y los ensamblajes que tienen que ver con lo sexual e incluso lo pornográfico. Cárdenas utilizó en sus ensamblajes técnicas muy pop, similares a las del escultor sueco Claes Oldenburg con hamburguesas gigantes y papas fritas, y se valió del uso de objetos capitalistas. Las obras hacen alusión a los órganos sexuales: con las cremalleras referencia el órgano sexual femenino y con las pelotas el masculino. Colores brillantes y materiales plásticos que rayan con lo burdo, realzan lo pop en sus obras que se presentaron junto al arte de Jeff Koons, Roy Lichtenstein, y Andy Warhol, en una muestra seminal titulada Pop art y nuevos realismos, en 1964.
Otra de las obras que hace parte de la exposición es Hot Vagina (1969): cuando se conecta a la corriente una lámina de acero se prende un tubo de calor en la mitad como si fuera un clítoris. Wills señala que artistas como Édgar Negret y Eduardo Ramírez Villamizar habían comenzado a trabajar con una especie de doble plano de olas tridimensionales abstractas en los cincuenta, pero que los temas sexuales que abordaba Cárdenas, no se habían tratado antes en Colombia.

Hacia la década del setenta, Cárdenas comenzó a trabajar con videos y creó una empresa (Warming up etc. etc. etc.) que los producía. El logo de la compañía es una flor que hace alusión a la vagina y lo usa en la chaqueta con la que hace los happenings y en la camioneta en la que visita los hogares que quiere intervenir. Para esta misma época decidió cambiar su nombre de Miguel Ángel Cárdenas a Michel Cardená, para romper cualquier vínculo con sus raíces colombianas y con el nombre religioso que le habían dado. Cárdenas nunca regresó a Colombia y se hizo evidente el resentimiento hacía un país que rechazó su obra y su homosexualidad.

La mayoría de sus vídeos son autorreferenciales. I love youes una grabación de su boca y su barba que hace alusión al órgano sexual femenino, y en la que repite una y otra vez “I love you, I love you, I love you”. Antes de que se acabe el vídeo se oyen las palabras “and I think you love me too” (“y creo que tú también me amas”) mientras cae un líquido blanco. What a good soup es otro de los videos expuestos en la galería Instituto de Visión. En este un hombre joven le prepara una sopa a Cárdenas y todos los elementos que usa para prepararla son figuras fálicas. Al final del vídeo el joven le pasa la sopa y Cárdenas empieza a tener un orgasmo mientras se la toma.
 
En Europa afirmó su homosexualidad y comenzó a trabajar con formas menos tradicionales como los ensamblajes, los performances y los happenings. Se mudó entonces a Holanda, donde trabajó el tema del calentamiento desde la perspectiva cultural y sexual. Para él, la sexualidad es casi religiosa: no está asociada al morbo o a lo pervertido. Su acercamiento ha sido, en todo caso, poético. María Wills, curadora de Calentamientos, dice que Cárdenas presenta el calentamiento de una manera más conceptual, casi banal, o si se quiere, Dadá. 

El artista colombo-holandés, de 81 años, sufre de un Parkinson degenerativo terminal y ha decidido terminar con su vida este 2 de junio, en Holanda, un país donde el debate sobre la muerte asistida inició en 1973 con el caso Postma. No sería sino hasta el 2002 que se hizo legal. Cárdenas ha optado por la eutanasia.

*En honor a Miguel Ángel Cárdenas y a su arte vanguardista transgresora e incomprendida.


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