Violencia laboral va en aumento

El acoso laboral y el abuso de poder son de los procesos jurídicos que con lo que más tienen que lidiar las empresas. La mayoría de conflictos internos pueden convertirse en violencia laboral, por lo anterior estos casos requieren de una buena asesaría jurídica.

En las cifras reveladas por el Ministerio de Trabajo, en el 2012 se presentaron 4.849 denuncias por acoso laboral, de las cuales 319 fueron solicitadas por hombres y 333 por mujeres; razones que preocupan de gran manera a los empresarios y trabajadores de diferentes empresas.

En la mayoría de ocasiones el solo hecho de fomentar la competitividad laboral conlleva a una lucha continua entre compañeros de trabajo que por acceso a cargos con mayor poder desencadenan una serie de iniquidades en el ambiente laboral, las cuales terminan por generar un comportamiento equivocado, en especial por aquellos líderes que mal interpretan su rango de superioridad.

“El problema no es que existan este tipo de inconformidades al interior de las organizaciones, muchos estudios concluyen que es elevado el número de empresas, incluso a nivel mundial, que afrontan diariamente conflictos laborales tanto entre compañeros de trabajo como entre las diferentes jerarquías.”, explica Rocío Garzón, abogada interna de Fidare expertos en protección jurídica total, especializada en derecho laboral y administrativo.

Cuando estas personas se extralimitan en sus funciones de supervisor, jefe, coordinador y demás, empiezan a ver a los subordinados como títeres de uso diario quienes están expuestos a cumplir órdenes frecuentes y poco justificadas por parte de éstos. Y para las empresas es una gran responsabilidad saber manejar estos casos con el debido cuidado y asesoría jurídica permanente.

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), las compañías no asumen que estas situaciones conflictivas y cotidianas poco a poco afectan el normal desempeño de sus operaciones. Para la entidad, el camino habitual que una empresa debe seguir en este tipo de casos, es el arbitraje o mediación del conflicto.

La doctora Garzón considera que, “entre los empleados de las empresas, siempre existirá competencia y la forma en que esta se desarrolle o tenga incidencia al interior de una compañía, depende de cómo el empleador haya estructurado el sistema de ascensos.”

Pero ¿Cómo denunciar estos casos? “El primer paso es buscar asesoría jurídica para poder iniciar un proceso laboral que como servidor público deberá presentar ante la Procuraduría General de la Nación y como empleado privado, ante el Ministerio de Trabajo” añade la doctora Garzón.

Abuso de poder y violencia laboral

Cuando las situaciones no son controladas a tiempo y la intención de algunos superiores es la de menospreciar el trabajo de los demás, se puede llegar a faltas graves que van en contra de los derechos humanos y básicos del trabajador.

De acuerdo con los abogados laborales expertos de Fidare el abuso de poder principalmente se da en las siguientes situaciones:

- Carga laboral o técnica del desgaste: cuando el superior delega demasiadas funciones y tareas que pueden llegar a ser absurdas, incoherentes y/o desproporcionadas, hasta el punto de buscar la deserción del empleado.

- Orden-obligación: aquellos mandatos secos, tajantes, sin alternativa ni capacidad de decisión, en especial a aquellas personas que pueden actuar de manera correcta usando el criterio propio.

- Ocultar información verdadera: líderes que teniendo la oportunidad de dar buenos informes de sus subordinados, ocultan el verdadero valor de los mismos haciendo incluso, manifestaciones contrarias a la realidad a personas claves dentro de la empresa.

- Influencia para impedir que abusos sean denunciados: los responsables se aprovechan de su jerarquía corporativa y de su falta de transparencia para impedir a subordinados, hacer públicas las diferentes formas de abuso de poder.

- Eludir responsabilidades directas: disfrazar la relación laboral mediante contratos de prestación de servicios, por obra o labor entre otros, con el fin de evitar el pago de prestaciones sociales o de horas extras sin que se reconozcan suplementarios, también constituye otra forma de abuso de poder.

Según el Ministerio de Trabajo, se considera violencia laboral especialmente cuando existe:

- Agresión física: toda conducta que directa o indirectamente está dirigida a ocasionar un daño físico sobre el trabajador.

- Acoso sexual: aquellas situaciones o comentarios reiterados con connotación sexual y que basados en el poder, no son consentidos por quien las recibe.

- Acoso psicológico: cuando los líderes ejercen un maltrato moral o verbal recurrente en el tiempo sobre el subordinado, buscando desestabilizarlo, aislarlo, destruir su reputación, deteriorar su autoestima y disminuir su capacidad laboral para poder despedirlo del puesto que ocupa.

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