Recursos para elecciones en 2014 ya sobrepasan el billón de pesos

Solo entre las jornadas electorales de Congreso y Presidencia. Lo que se podría hacer con esa plata.

La democracia se está convirtiendo, de manera silenciosa, en un abultado gasto para los colombianos. En el 2014, Colombia se ha enfrentado a las elecciones más costosas de su historia, pues los recursos destinados, sola para las jornadas de Congreso y Presidencia, la demanda de plata ya sobrepasa el billón de pesos.

El monto inicial destinado para el año en curso, fue de 900 mil millones de pesos, pero la plata se acabó y aún falta la segunda vuelta presidencial, para la cual, el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, destinó ayer una nueva suma: 186 mil millones de pesos.

En comparación con los comicios del cuatrienio anterior, el incremento es del triple. Claro está, que en esta ocasión se está estrenando el sistema conocido como biometría, que se ha ido introduciendo paulatinamente y se consolidará aún más el próximo 15 de junio, para evitar o al menos reducir el fraude.

Con 1 billón 86 mil millones de pesos es mucho lo que puede hacer un país. Esos recursos darían para financiar 3 veces el presupuesto que maneja este año el sector cultura, que es de 342 mil millones de pesos. Con la plata invertida en elecciones, que solo para comicios presidenciales instaló 89.389 mesas y las dotó con 34 millones de tarjetones, el 60 por ciento de los cuales se convirtió en papel para reciclar porque los colombianos se abstuvieron de ir a las urnas, se podría cubrir casi 3 veces el presupuesto que el Gobierno asignó este año para créditos educativos del Icetex, con los cuales van a estudiar 472.562 estudiantes.

El gasto en elecciones en el país es incalculable. Aparte de las jornadas periódicas como las dos que se han dado este año a nivel nacional, Colombia enfrente anualmente una avalancha de citas en las urnas. Las elecciones atípicas se han convertido en pan de cada día. En los próximos meses estamos ad portas de tres: la de la Guajira, el próximo 1 de julio, para volver a escoger al Gobernador; la de Nocrasia (Caldas), el 6 de julio, y la de Guaduas (Cundinamarca), el 13 de julio.

Entre 2013 y lo que va de 2014, ya va más de una veintena de elecciones atípicas y, en los últimos años, el promedio anual de estas jornadas es de 30. Hubo un año record, el 2005, en el que se realizaron 148.

Los recursos que maneja el Estado, para las asignaciones presupuestales de gastos como estos, salen del bolsillo de todos los colombianos a través de los impuestos. Y aunque nadie desconoce que el hecho de vivir en un país democrático no tiene precio, al menos, hagamos uso de ese derecho.

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