Más de 10 salarios mínimos cuesta una cesárea en San Cristóbal

Parir por incisión quirúrgica cuesta más de 10 salarios mínimos en la capital tachirense. El costo promedio de una cesárea va de 120 a 150 mil bolívares, aunque puede llegar a Bs. 200 mil, dependiendo del centro médico. Un trabajador asalariado que perciba el ingreso mínimo, ni siquiera acumulando el dinero obtenido a lo largo de los 9 meses de embarazo puede costear la operación. 

Cubrir el costo de una cesárea es un obstáculo más antes de hacerse madre en Venezuela. Una mujer en gestación debe afrontar una serie de inconvenientes que dificultan el proceso como consecuencia de la inflación y el desabastecimiento. Además de pagar la consulta médica mensual, cuyo costo promedio va de 2.500 a 4.500 bolívares, y recorrer gran cantidad de farmacias en busca de vitaminas y calcio, a la par de pañales y leche de fórmula, las futuras madres y sus compañeros deben trabajar extra y ahorrar para desembolsar esta cantidad de dinero al término del embarazo.

En un recorrido por distintos centros médicos quirúrgicos en San Cristóbal se constató el incremento que ha sufrido el precio de una cesárea. La operación quirúrgica que hace dos años se cotizaba en 20 mil bolívares, actualmente tiene un costo de 120 mil bolívares, es decir, 600% en apenas 24 meses.

El costo es el equivalente a unos 12 salarios mínimos, lo que quiere decir que ni siquiera ahorrando la totalidad del ingreso mínimo obtenido a lo largo de los 9 meses de embarazo, se puede cancelar la suma.

En estos casos, las pólizas de seguro son un recurso muy empleado; sin embargo, la mayor parte de los trabajadores asalariados no cuentan con pólizas de Hospitalización, Cirugía y Maternidad. Las empresas brindan a sus trabajadores el beneficio del Seguro Social. Y por cuenta propia, es difícil que un trabajador asalariado pueda pagar su afiliación a una empresa de seguros privada, tomando en cuenta su poder adquisitivo.

Sin insumos ni medicamentos

A la par del alto costo de las operaciones, el paciente y sus allegados deben lidiar con la carencia de insumos y medicamentos. En algunos centros de salud se está solicitando la aguja raquídea, empleada para la colocación de la anestesia antes de llevar a cabo el proceso quirúrgico. Tanto la red pública, como la privada sufren las consecuencias de la escasez.