‘Inversión desde el exterior y arriendos, temas este año'

María Clara Luque, presidenta de Fedelonjas

La presidenta de Fedelonjas, María Clara Luque, dice que los constructores deben ser más cauteloso en el 2016, pero no ve riesgos. Por el contrario, asegura que se podrán aprovechar algunos negocios en comercio, hotelería, vivienda y algo de oficinas. Cree que Bogotá estará mejor.

El negocio inmobiliario en las regiones, la oportunidad de atraer inversión extranjera y la idea de formar parte de un mercado de arrendamientos más activo, convertido en política pública, son algunas de las expectativas con las cuales María Clara Luque asumió la presidencia de la Federación Colombiana de Lonjas de Propiedad Raíz (Fedelonjas) al finalizar el 2015.

Este entorno, marcado por el comienzo de la gestión de las nuevas administraciones municipales, también hace que los retos sean mayores. La directiva habló de este y otros temas, tras cumplir un mes en el cargo.

Los nuevos alcaldes y gobernadores tienen una oportunidad histórica, ¿de qué dependerá el éxito de ellos en materia inmobiliaria?

En términos generales, es importante que haya diálogo entre el Gobierno Nacional y las administraciones locales. Igual en los casos particulares de los sectores constructor e inmobiliario, especialmente en Bogotá, donde la expectativa es mayor por el evidente rezago.

A propósito, ¿qué viene para Bogotá?

En el caso del Decreto 562, que impulsa las construcciones en altura, ahora el reto será evaluar una a una la destinación de las licencias que se aprobaron y medir el impacto.

Por otra parte, con la incertidumbre generada con la suspensión del Plan de Ordenamiento Territorial (POT) será necesario mirar qué pasará, pues había muchas paralizadas; esperamos que haya estabilidad jurídica tras la expedición de un nuevo POT.

Usted dijo en algún momento que Colombia era un país de regiones, en las que el sector inmobiliario tiene más oportunidades…

Sí. El desarrollo en las regiones ha sido importante. Destaco a Montería y Barranquilla y, claro, a los municipios aledaños a Bogotá donde hay mucha actividad.

Parece inevitable no mencionar a la capital cuando habla de construcción. Sin embargo, también es un hecho que muchos empresarios prefirieron irse. ¿Qué lectura le da a eso?

Creo que lo positivo es que en Bogotá el mercado se estabilizó. El propietario de la tierra estaba especulando, lo que impactaba al constructor y, obviamente, al comprador, a quien finalmente se le trasladaba un mayor precio. Eso está cambiando y esperamos el regreso de la inversión.

¿Cómo ve la oportunidad que se está presentando para los compradores de finca raíz que están en el exterior?

Con una tasa de cambio que supera los 3.000 pesos por dólar –tendencia que se va a mantener este año–, las remesas son un factor importante al momento de convertirlas en pesos; es decir, habrá más pesos por los mismos dólares y eso es bueno para quienes quieren invertir.

Además, hay mejores inmuebles por los mismos dólares, en un momento en el que el sector pasa por una estabilización de precios de aquellos como oficinas, bodegas y locales, entre otros.

Respecto a otros usos, ¿qué opina de la sobreoferta que afecta al mercado de oficinas en Bogotá?

Sí, hay muchos metros cuadrados en el mercado y esto, en consecuencia, ha impulsado la estabilización de los precios. Creo que este año se moverá la oferta corporativa usada, lo que no significa que no se sigan ofreciendo, por ejemplo, espacios de altos estándares que demandan las multinacionales, de 1.000 metros cuadrados en adelante.

Incluso, las pymes forman parte de un mercado importante que está tomando en alquiler espacios de 250 metros cuadrados, en promedio. Allí, hay otra oportunidad.

¿Qué opina de los centros comerciales? Muchos dicen que las ciudades intermedias están atrayendo, cada vez más, este tipo de proyectos.

Sin duda. Las grandes marcas quieren estar en todo el país, pero creo que este año la inversión se moverá con más cautela.

¿Y cómo ve al sector hotelero, teniendo en cuenta que el próximo año se vencen las exenciones que beneficiaban a los constructores?

Se deberían mantener esos beneficios. A pesar de que muchos hoteleros se quejan de que la ocupación no es muy alta, las expectativas de un país en un proceso de paz seguramente impulsarán la inversión hacia este mercado.

Hay un proyecto de ley que propone construir para arrendar y del cual el sector inmobiliario espera noticias este año.

Colombia es de arrendadores y por eso en Fedelonjas apoyamos esta iniciativa, que está en manos del Gobierno.

En el país los nuevos hogares se constituyen a través del alquiler y por eso es importante, no solo este proyecto, sino otros que ya están funcionando, como el Arriendo Social del Fondo Nacional del Ahorro (FNA) o el leasing habitacional, que ofrecen el alquiler con opción de compra (ver recuadro).

CELERIDAD AL RESTITUIR LOS INMUEBLES

La propuesta de construir para arrendar que se evalúa desde hace un par de años tiene un ‘pero’: la demora en la restitución de los inmuebles cuando el inquilino incumple.

Para María Clara Luque, presidenta de Fedelonjas, es un problema que se debe resolver y por eso el proyecto de ley que traza pautas sobre el tema sugiere que el año, e incluso más, que toma este proceso actualmente baje a tres meses. Sería un logro.

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