El viejo muelle colombiano que está a una firma de ser remodelado

La estructura de 126 años de antigüedad se cae a pedazos. 

Fredy González asegura que ya perdió la cuenta del número de veces que ha visto desfilar por las calles de Puerto Colombia (Atlántico) alcaldes, gobernadores, funcionarios del Gobierno Nacional y hasta importantes empresarios de Bogotá, anunciando la recuperación del viejo muelle, la centenaria estructura que se cae a pedazos esperando las tan anunciadas inversiones.

Una mezcla de desidia oficial, tramitomanía, y negligencia han condenado a esta estructura histórica, que hace parte de los monumentos históricos del departamento y el país, a estar sumida en el abandono, mientras 14 mil millones de pesos necesarios para darle vida al proyecto permanecen desde casi un año engordando cuentas bancarias, a la espera de las firmas del contrato en Bogotá.

González sostiene que no recuerda el número de noticias y fotos publicadas en los medios de comunicación, locales y nacionales que dan cuenta sobre el rescate del muelle. Él es el presidente de la Junta de Acción Comunal de El Muelle, el barrio más pequeño de Puerto Colombia, y refleja el malestar de los habitantes de este municipio localizado frente al mar Caribe y que hace parte del área metropolitana de Barranquilla.

El hombre es el dueño del restaurante ‘Donde Fredy’, ubicado a pocos metros del muelle, y en donde se reúnen vecinos y amigos del barrio analizar y a discutir el tema. “Pero son tantas los embustes (mentira) que nos han echado, que ya hasta se nos olvidó que es lo que quieren hacer”, dice en medio de la risa.

Luces y sombras
El muelle de Puerto Colombia fue construido hace 126 años por el cubano Francisco Javier Cisneros, y tuvo una historia de gloria. Funcionó como el terminal marítimo de Barranquilla, por donde entró no solo mercancía, sino familias de inmigrantes que contribuyeron al desarrollo y crecimiento del Caribe colombiano.

En la primera parte del siglo XX fue el más importante de Colombia, y llegó a ser el segundo más largo del mundo, con casi dos kilómetros de largo, lo cual le valió para su desarrollo, durante unos 45 años, hasta que aparecieron Bocas de Cenizas y el Puerto de Barranquilla.

Ya sin el movimiento portuario, el muelle fue el gancho para volver los ojos hacia este balneario, atrajo la atención de los turistas y con ellos se activaron hoteles, casas de recreo, restaurantes, que hicieron de Puerto Colombia un destino turístico.

Ante su deterioro, Eduardo Santos Ahumada, primer alcalde electo de Puerto, logró meterle mano a su fachada y hacer algunas reestructuraciones, como faroles a todo lo largo y nuevas barandas.

“Ha sido el único alcalde que se preocupó e hizo algo de verdad por este muelle”, sostiene con vehemencia González, al recordar las obras que hizo el mandatario local atrajo a mucha gente, que llegaba en busca de aire puro.

Pero el abandono el fuerte oleaje y la falta de mantenimiento llevaron a la megaestructura a colapsar. En la mitad de la década del 2000, buena porción del techo de su caseta principal cayeron al suelo. En 2009 se derrumbó un tramo de 200 metros.​ Luego otras cuatro franjas del muelle se cayeron y la última fue en el 2012 cuando colapsó otro tramo de unos 20 metros.

Hoy el muelle se encuentra divido en cinco partes por lo que fue restringido el paso de los turistas hacia esa parte de la estructura, y desde entonces comenzó la agonía del pueblo por ver recuperado a su gran monumento nacional.

El gran proyecto
En diciembre de 2012 se anunció su restauración por parte de la Gobernación del Atlántico y del Ministerio de Cultura.

Desde entonces el desfile de funcionarios y presentación de maquetas, mapas y vídeos han sido interminables, como sostiene González, quien tiene 50 años de edad y asegura que su vida, la de su tatarabuelo, su abuelo, y la de su padre han vivido al lado de las ruinas de este muelle, y le da tristeza morirse y no verlo como se lo han pintado.

Para la restauración del muelle se presentó un proyecto que incluía obras complementarias como la estabilización de las playas, para lo que se construyeron seis espolones, con lo que se logró la recuperación de esta zona costera.

Luego de una larga lucha jurídica y protestas de la comunidad, la Gobernación del Atlántico consiguió que el lote del Distrito 20 de carreteras, que pasó a manos del departamento, se pudiera vender y con esos recursos, 9.100 millones de pesos, financiar gran parte las obras del muelle, cuyo valor es de 14.100 millones de pesos, el resto se logró que lo financiará la Nación a través del Ministerio de Cultura y el Fondo Nacional de Turismo (Fontur).

Los trabajos contemplan la demolición de 200 metros de la estructura, mantener 4,45 metros de ancho y el metro de altura que tenían las barandas laterales. Si bien no estará habilitado para recibir grandes embarcaciones, como en sus inicios, servirá para la llegada de naves dedicadas a paseos turísticos. El Consorcio Puerto Colombia SBCC, será la firma encargada de los trabajos.

Desde el año pasado el contrato para el inicio de la sobras se encuentra en Fontur, donde está siendo revisado. Pese a las quejas y al malestar de los habitantes de Puerto Colombia y al de los mismos funcionarios de la Gobernación del Atlántico, el documento está aguantado en Bogotá, siendo revisado.

El exsecretario Privado de la Gobernación Pedro Lemus, quien estuvo al frente del proceso, desde 2016 cuando se inició el proceso de diseño del proyecto, dijo en su momento que la entidad (Fontur) ha sido indolente con Puerto Colombia.

“Desde hace más de un año cuenta con los recursos suficientes para iniciar las obras, pero las ha dilatado, hoy tiene girados todos los recursos que le corresponde aportar a la Gobernación e insiste en dilatar, ya no hay más excusas”, afirmó Lemus en rueda de prensa.

El gobernador del Atlántico, Eduardo Verano, dijo que “Al contrato ya se le hicieron unos retoques y está listo”, por lo que anunció que esta semana se estarían iniciando los trabajos, pero hasta el momento no se ha movido la primera piedra, mientras el mar sigue derrumbado al viejo muelle, que se resiste a desaparecer.

Comentarios

Entradas más populares de este blog

A Cuevana le quieren dar una taza de 'SOPA'

Digibee nombra a Jorge Sánchez como Partner Account Manager

Nuevo Sparkies Crunchy