Santa Elena de Uairén, la ciudad donde se enriquecen con la gasolina

En la ciudad venezolana no existe la escasez de alimentos y de productos básicos que caracteriza actualmente al país. No hay filas ni precios regulados. El cliente muestra el pulgar hacia abajo dentro de su auto. A un lado de la carretera, el vendedor asiente y extiende el dedo índice hacia arriba. Con dos simples gestos de mano se pone en marcha en Santa Elena de Uairén, junto a la frontera con Brasil, un negocio ilegal pero muy lucrativo, especialmente atractivo ahora en la Venezuela de la crisis. El pulgar sirve para preguntar si la persona en el arcén vende gasolina. El índice indica el precio. Uno. Un real brasileño, poco más de 1.000 bolívares venezolanos al cambio. La rentabilidad de ese gesto es enorme porque en Venezuela, uno de los grandes países petroleros, la gasolina está subsidiada por el gobierno y por ello es prácticamente gratuita para el usuario. El litro de la de menor calidad se compra en la gasolinera a 1 bolívar. Y en Santa Elena se revende ...