Textileras en el borde, en 10 años no habría sistema moda: Colombia Telas
Las pequeñas empresas siguen en bancarrota y las que sobreviven dejaron de comprar telas nacionales porque las importadas son mucho más baratas. Hay un agudo problema de mano de obra.
La industria colombiana no ha podido despegar, la mediana y pequeña empresa de sectores como el textil y calzado no ven media porque el producto chino se posicionó a tal punto que la gente no necesita ir al país del dragón porque los empresarios vienen a Colombia con todo tipo de productos y posibilidades, como si el asunto no fuera delicado sigue el contrabando y el lavado de dinero con internaciones espurias que le ponen la soga en el cuello a los empleadores legalmente constituidos.
El tema no es menor porque muchos empresarios se dieron cuenta que en definitiva el negocio más rentable, ese que prospera, es el que se funda en los feudos de la informalidad pues evade todo y la plata ingresa neta a caja, mejor ¿para dónde?
Resulta lamentable reconocerlo, pero las pymes siguen desmoronándose, tan solo sobreviven las grandes empresas a las que por volumen, estructura productiva y capacidad financiera les sirve la medida estatal de aumentar los impuestos, a los demás los atomiza.
No hay duda, la realidad es lapidaria y cuando los empresarios hablan con argumentos las cifras se muestran por sí solas pues cuando se apela al populismo, los números, aseguran los agentes, arrastran a quienes llevan las riendas del país. Los problemas vienen agudizándose, la queja ha sido recurrente. Cuando se miran las estadísticas dan ganas de llorar y por eso los empresarios del sector textil calculan que, de seguir la difícil situación del país, habrá un frente productivo sumamente golpeado, tanto como que, en 10 años, posiblemente, las fábricas y depósitos dejarían de existir porque hoy para la micro, pequeña y mediana empresa, Mipyme, que representa cerca del 95 por ciento de generación de empleo en el sistema moda, no hay luz y por las circunstancias es ineludible que llegue al fracaso.
El presidente de Colombia Telas José Miguel Piedrahita habló con Diariolaeconomia.com, y aseguró que hoy hay un beneficio muy grande para las grandes compañías, las que tienen mil, dos mil y tres mil empleados, pero para esos que tienen dos, tres, 50 o 100 trabajadores la situación no es fácil, están amenazadas y podrán acabar, como muchas, en la más dura liquidación. Recalcó que haber firmado un Decreto sin temas técnicos del 40 por ciento de arancel sin tener en cuenta otras variables era un suicidio para las Mipymes.
El empresario anotó que como en toda negociación alguien resultará favorecido y el 40 por ciento de arancel en mención sirvió tan solo para las grandes factorías porque de hecho las grandes superficies dejaron de comprar en el exterior como era previsible, pero tan solo le hicieron el gasto a los grandes con quienes se pactó un gana-gana, dejando por fuera a las Micro, Pequeñas y Medianas empresas que no pudieron acceder al mercado de las tiendas de gran formato y mucho menos defenderse del destructor contrabando, la medida, quedó claro, destruyó empleo y pequeñas fábricas pues el 40 por si solo fue una medida proteccionista, pero dejó por fuera otras variables como costo energía, repunte en los precios de la gasolina que impactó la logística ya que aumentó desproporcionadamente, la mano de obra, cada vez más cara y otros servicios públicos generalmente elevados.
Aclaró que contrario a lo que dicen ciertas personas, los empresarios son justos y pagan religiosamente sus obligaciones, entendiendo que como en todo hay excepciones a la regla, sin embargo en las Mipymes el empleado expresa su satisfacción en las casas de manufactura legales que honran sus compromisos legales como seguridad social, pago de las primas, cesantías y todas las comodidades exigidas por el Sistema General del Riesgo, un cúmulo de variables que cumplen las Micro, pequeñas y Medianas empresas que a la fecha se hacen muy difíciles de sostener y casi imposibles con la altísima carga impositiva que caracteriza al país para mal porque no hace una diferenciación y golpea con todo la competitividad.
“El grande siempre seguirá absorbiendo y consumiendo como un agujero negro el 95 por ciento de quienes generamos riqueza desde las Mipymes. Seguramente en 10 años sin otras medidas y con distintas variables esto será muy complicado, seguramente insostenible”, pronosticó Piedrahita.
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