Selección Colombia 'rompió' cierre vial de la frontera con Venezuela

Un corredor vehícular se habilitó en el paso entre Cúcuta y Ureña para el ingreso de los jugadores.

Una demostración de que el fútbol puede derribar cualquier tipo de barrera se vivió este miércoles en el puente internacional Francisco de Paula Santander, cuando las autoridades venezolanas retiraron las cercas de metal y púas que simbolizan los bloqueos y restricciones impuestos en la frontera por el Gobierno del vecino país, para permitir el ingreso por vía terrestre de la caravana de la Selección Colombia.

El corredor vehicular, que se habilitó de manera temporal para garantizar el traslado de la Tricolor hacia la ciudad venezolana de San Cristóbal, estuvo rodeado de expresiones de euforia y descargas de pasión por parte de hinchas vestidos de amarillo, azul y rojo, que sin importar la línea soberana y desdibujando el cerco, se aglomeraron al lado y lado de este paso fronterizo.

Una apertura de frontera similar no se veía desde el pasado 30 de abril de este año, cuando el Gobierno del vecino país promovió una jornada de retorno de seis horas para vehículos con placas venezolanas, que ese día lograron atravesar este puente internacional, tras permanecer dos años atrapados en suelo colombiano, desde el cierre de frontera de agosto de 2015.

Pasadas las tres de la tarde, mientras la Policía alistaba su dispositivo en la zona limítrofe, un centenar de personas, como Carlos Ramírez, de 63 años, empezaban a apartar su puesto sobre el asfalto caliente. 

No importó la falta de sombra, ni el agobiante calor que se percibía en este territorio binacional, para demostrar, así fuera detrás de una valla, el afecto al combinado nacional, dirigido por José Pekermán, que el jueves se enfrentará con la ‘mancha vinotinto’ del vecino país, en un partido de eliminatoria de cara al Mundial de Rusia 2018.

“Este partido debemos vivirlo como pueblos hermanos, que es lo que verdaderamente somos. A pesar de las diferencias políticas y los incidentes en zona de frontera, esto podría servir de bálsamo ante tanta dificultad y debería convertirse en un pretexto para llamar a la unión”, manifestó este cucuteño.

Cuando el estricto dispositivo de la Fuerza Pública, que recibió a los jugadores colombianos en el aeropuerto de Cúcuta, hacía su arribo a este puente, una multitud enardecida bloqueó el paso y por instantes retrasó la marcha de los vehículos. 

En el otro lado de la frontera, la cara de los militares venezolanos ya denotaba su preocupación por el desorden y la fiebre de esta hinchada, que impedían la continuación del trayecto de una hora, hacia la capital del estado tachirense.

“Es emocionante que la Selección haya pasado por aquí. Este hecho nos llena de mucha alegría en medio de tantos problemas que se viven por esta parte de Colombia. Como celebramos hoy, esperamos hacerlo con nuestros hermanos venezolanos, que necesitan de nuestra ayuda”, afirmó Gloria Montero, una cucuteña de 57 años, que trabaja como vendedora informal en la población venezolana de Ureña.

A pesar del caos que se desató por la conmoción del público, las autoridades lograron despejar la vía, retirar las barreras y abrir por unos instantes la frontera, para garantizar el desplazamiento terrestre de la Tricolor hacia territorio venezolano, donde mañana jueves, en el estadio Pueblo Nuevo, estará concentrada la emoción de estas naciones hermanas.