La capacitación no es gratis

Primero que todo, esta no es una afirmación política sobre la educación pública, ni pretende serlo en absoluto. El contexto alrededor de la capacitación laboral y la educación que se le da a nuestros jóvenes es completamente diferente, y requiere considerar muchos factores que no se parecen en absoluto.

La capacitación no es gratis. Cuesta el tiempo del capacitador, su preparación y su conocimiento. Cuesta el trabajo dedicado a crear la infraestructura para hacer la capacitación posible. Cuesta la producción de todos los miembros de la empresa cuyo resultado se dedica a pagar la capacitación de otros pocos...

¿Por qué entonces se la entregamos gratis a nuestros miembros de equipo?
No me refiero a que se cobre monetariamente la capacitación a nuestros empleados. Los costos de la capacitación no son solo monetarios tampoco. Pero la capacitación le debería costar algo a cada persona que se beneficiará de ella... Y el que más se beneficia de ser capacitado es el individuo al que se le está entregando esta capacitación, no su empresa.

Por supuesto, a cualquier empresa le interesa y beneficia tener un personal bien capacitado. Pero el que se lleva ese beneficio a fin de cuentas es el individuo, y si se va de la empresa, se lleva la capacitación consigo...

¡Eso es, si es que se lleva algo de la capacitación en primer lugar!

Verás, hay un principio universal que seguramente has visto en acción: La gente no valora lo que no le cuesta.

El niño que se esfuerza en tener buenas notas y recibe una PlayStation a cambio la valora mucho más que aquel que la recibe después de pedirla tres días antes de navidad por capricho. El hombre que ahorra por tres años para comprarse un auto lo cuidará mucho más que aquel que se lo gana en una rifa de su supermercado.

Y de la misma manera, la persona que invierte parte de su esfuerzo y dinero en capacitarse le sacará mucho más el jugo a esta capacitación que aquel al que la empresa lo fuerza a asistir y no le pide nada a cambio.

El empleado que quiere capacitarse y mejorar, y que invierte parte de su salario o cumple una meta extraordinaria de ventas o producción para ganarse una capacitación, estará cuatro días atento y asombrado por cada cosa nueva que está aprendiendo.

El empleado que va a la fuerza estará cuatro días pegado a su celular.

Se dice que lo barato sale caro. Y aunque puede parecer que "lo barato" es pedirle al empleado que se gane su capacitación, la verdad del asunto es que hacer el trabajo necesario para que una persona quiera capacitarse, y haga el esfuerzo necesario para ganarse esa capacitación, es mucho más difícil, mucho más "caro", que pagarle la capacitación de contado.

Por supuesto, también está la consideración de encontrar una capacitación de calidad, que realmente entregue conocimiento y entrenamiento valioso, en esta industria que se revuelca en la mediocridad...

Pero eso es tema para otro día.

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