Pasaje de TransMilenio, el cuarto más caro del continente

Algunos son más caros que TransMilenio, pero también permiten usar el metro con el mismo tiquete.

Una de las principales quejas de los usuarios de TransMilenio es el elevado precio de su pasaje, que se suma a los reclamos por demoras de los buses y aglomeraciones dentro de articulados y estaciones.

Al comparar el precio del tiquete con otros sistemas de transporte BRT (Bus Rapid Transit) de América Latina, se confirma que el de TransMilenio es uno de los más elevados del continente.

Al hacer la conversión a dólares del pasaje, el de TransMilenio (0,99) es el cuarto más caro del continente detrás de Sao Paulo (1,67), Curitiba (1,45) y Santiago de Chile (1,17).

Sin embargo, vale la pena anotar que en los casos de las dos ciudades brasileñas, el tiquete permite utilizar los demás sistemas integrados de transporte (metro, por ejemplo).

PARTE DEL SALARIO

Pero para hacer una medición más exacta del costo del pasaje, se puede tener en cuenta su relación con el salario mínimo de cada uno de los países donde se ha popularizado esta modalidad de sistema de transporte masivo.

El valor del pasaje de TransMilenio (1.750 pesos) representa un 0,27 por ciento del salario mínimo sumado al auxilio de transporte (634.500 pesos).

En esta relación, el valor del pasaje del sistema bogotano es el quinto más caro del continente, superado por los sistemas BRT de Sao Paulo (0,48 por ciento), Curitiba (0,41), León en México (0,33) y Santiago de Chile (0,31 por ciento).

Vale la pena anotar que en el caso del Optibús de León existe una tarifa preferencial para estudiantes y mayores de 65 años, que reduce el costo a la mitad.

Otros sistemas del continente, como el de trolebuses en Quito, también ofrecen tarifas especiales para ciertos grupos de la población, otro de los reclamos hechos por los usuarios bogotanos.

Bajo esta medición, el pasaje de TransMilenio es más caro que el de los sistemas Metropolitano de Lima (0,2 por ciento), Trolebús de Quito (0,08), Metrobús de México D.F. (0,26), Metrovía de Guayaquil (0,08) y TransMetro de Guatemala (0,04 por ciento).

PROS Y CONTRAS

Los usuarios de estos sistemas ‘gemelos’ de TransMilenio en Latinoamérica también tienen quejas similares a las de los bogotanos, pero también hay algunas ciudades en las que son más los pros que los contras.

Antonio Campo, músico mexicano de 28 años y usuario de la línea 3 del Metrobús, considera que “el sistema cumple su función de conectarte con el metro”, pero se queja porque “no cumple con los tiempos”.

La antropóloga limeña Diana Bernaola de 32 años opina que el sistema Metropolitano “es una necesidad y un alivio para Lima.

Antes de que existiera, uno podía demorarse 2 horas en hacer un recorrido que ahora hace en 20 minutos”, sin embargo resalta que en horas pico el servicio es muy congestionado y pide “que se amplíe el número de buses y de estaciones”.

El fotógrafo chileno Claudio Saavedra, de 33 años, mejoraría del TranSantiago los tiempos de espera “porque todavía hay manifestaciones espontáneas de la gente ya que todos los días pueden estar esperando hasta una hora por un bus”.

David Elias, estudiante guatemalteco, destaca que el TransMetro, además de “ser muy barato”, es “mucho más seguro que los buses urbanos y no dejan subir a más gente de la que cabe dignamente”.

En suma, el auge de los sistemas BRT en Latinoamérica ofrece diversas caras, y ante tal oferta valdría la pena analizar los casos de éxito para replicarlos en el continente.

COMPARACIÓN CON LAS DEMÁS CIUDADES COLOMBIANAS

El pasaje de TransMilenio en Bogotá es el más caro entre los sistemas de buses articulados que ruedan en el país.

El viaje en el Metroplús de Medellín cuesta 1.525 pesos; el TransMetro de Barranquilla cuesta, de lunes a sábado, 1.700 pesos; el pasaje del Metrocali en la capital valluna cuesta 1.500 pesos desde hace tres años; en el Metrolínea de Bucaramanga se puede viajar por 1.650 pesos; mientras que en el sistema Megabús de Pereira el costo del billete es de 1.700 pesos.

El TransCaribe de Cartagena debe comenzar a andar en la segunda mitad de este año.