Comparado con los hombres las mujeres tienen mayor fluidez mental y utilizan mejor el cerebro, según estudio



“El cerebro femenino es más eficiente estructuralmente”, afirma Miguel Burgaleta, investigador del Centro de Cognición y Cerebro de la Universidad Pompeu Fabra y autor principal de un estudio publicado el mes pasado al respecto en la revista Intelligence.
Según el estudio, aunque el cerebro de los hombres es de media un 10% más grande, éstas presentan “una mayor distribución de los recursos”. El estudio concluye que, pese a no haber distinción entre hombres y mujeres respecto a la inteligencia general, sí existen diferencias específicas en determinadas habilidades. Las mujeres tienen mayor capacidad verbal. Los hombres tienen una mayor visión espacial.
Siga leyendo el texto completo publicado en El Confidencial: Según datos del Instituto Nacional de Estadística, las mujeres presentan mejores resultados académicos. Aprueban más en selectividad (el 56,62% de los estudiantes que superaron la prueba el año pasado fueron mujeres) y en bachillerato (56,56%) y se licencian en mayor número (el año pasado el 60,53% de los titulados fueron mujeres). Su presencia es mayoritaria en facultades y escuelas, excepto en los campos tecnológicos: en las escuelas de ingenieros y arquitectura no llegan al 30%. La pregunta salta a la vista: ¿reflejan los datos estadísticos una realidad científica? Burgaleta cree que “casi no hay contenidos académicos que tengan que ver con la organización espacial”, por lo que sí podría existir una relación. Además explica que, de media, las mujeres “puntúan mejor en tareas de comprensión de textos”, algo básico para estudiar.
El factor cultural
Desde la psicología y la sociología se ha estudiado ampliamente el hecho de que las mujeres tengan mejores resultados académicos. Lidia Puigvert, profesora de Sociología de la Universidad de Barcelona e investigadora del Centro Especial de Investigación en Teorías y Prácticas Superadoras de Desigualdades, cree que “el hecho de que las mujeres saquen mejores notas es el resultado de la presión social para que las mujeres estudien.”
"El sexismo existe”, explica Puigvert, “y las mujeres tienen claro que necesitan la educación para acceder a una buena condición social.”¿No puede existir una diferenciación a nivel biológico? “Esto son ocurrencias”, afirma la investigadora, que tiene claro que “es una visión determinista de la que no hay evidencia.” El que haya menos mujeres en las carreras de cariz tecnológico responde, según Puigvert, al hecho de que las mujeres “están más a gusto con el contexto social imperante” en otras titulaciones.
Burgaleta cree que las teorías sociológicas, como las que defiende Puigvert, no están para nada reñidas con los resultados de su estudio. “El cerebro no es un producto evolutivo de miles de años”, explica el investigador, que cree que “en realidad es super plástico y se moldea”. “La carga cultural a la que nos someten de pequeños puede afectar a las respuestas del cerebro cuando tenemos 20 años”. Así pues, una niña que desde pequeña tiene claro que debe estudiar, y tener buenos resultados académicos, puede hacer que su cerebro acabe siendo realmente mejor para ello. Pese a esto cree que existe un factor genético, “pero es muy complejo” establecer una relación entre este y la realidad social y cultural. En definitiva: “es una interacción constante que no puede separarse”.
Un frente abierto entre científicos
La diferenciación entre géneros que establece la investigación de Burgaleta no es nueva. Hay cientos de estudios al respecto. Por lo general todos llegan a conclusiones muy parecidas: los hombres tienen mayores habilidades espaciales y analíticas (son mejores en los campos científico-técnicos), mientras que las mujeres tienen mayor fluidez mental, verbal y una mayor sensibilidad emocional (son mejores en el resto de campos).
Sin embargo, basta repasar mínimamente las revistas académicas para encontrar un buen número de artículos que dicen exactamente lo contrario. El mes pasado, David Geary, psicólogo e investigador de la Universidad de Missouri-Columbia, anunció la inminente publicación de un estudio que dice demostrar que el estereotipo de que “las mujeres son peores en matemáticas que los hombres” –sólo una más de las afirmaciones generalizadas de los estudios sobre diferencias en las habilidades de hombres y mujeres– no tiene ninguna validez científica. Según éste, el estereotipo ha hecho que las mujeres sí sean menos habilidosas matemáticamente que los hombres porque desarrollan una pobre imagen de sí mismas en este área.
Burgaleta cree que siempre se pueden encontrar estudios que digan lo contrario, pero “la tendencia general que avalan la mayoría de estudios dice que hay diferencias significativas y específicas en las habilidades de hombres y mujeres.”
¿Podemos fiarnos de este tipo de estudios? Pilar Arana, profesora de biología del departamento de genética de la Universidad Complutense, cree que “en los seres humanos es muy difícil separar lo que es genético de lo que es cultural”, más que nada porque no se pueden hacer experimentos como hacemos con los ratones. La profesora explica que hay muchos factores ambientales y condicionamientos ideológicos que hacen que “los mismos estudios puedan llevar a diferentes conclusiones.” Y da un último consejo: “mejor acercarse a este tipo de estudios con mucho escepticismo.”

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