"Yo no denuncié a Chirinos porque nadie me iba a creer"


Madre de la joven asesinada por el médico piensa que se ha hecho justicia

Aferrada a Dios. Así se mantuvo Ana Teresa Quintero desde que el 14 de julio de 2008 fue hallado el cuerpo de su hija de 19 años, Roxana Vargas Quintero, en un paraje en Parque Caiza.

Desde entonces siguió de cerca el juicio que se le siguió al que fue psiquiatra de Roxana, Edmundo Chirinos, quien, además, había abusado sexualmente de la chica en varias consultas que tuvo con él.

"Fue muy duro tener en frente al asesino de mi hija, él la violó bajo cura de sueño, como lo hizo con muchas otras pacientes. Primeramente Dios, a partir de hoy voy a tener paz", comentó la mamá de la chica.

Al médico le dieron prisión preventiva en su residencia en Sebucán desde el 1 de agosto de 2008. Dos años duraron las audiencias, hasta que, al mediodía de ayer, el Tribunal 5to de Juicio de Caracas lo sentenció a 20 años de prisión y fijó como sitio de reclusión el penal de Yare III, a pesar de tener 75 años.

Chirinos, quien fue rector de la UCV, candidato presidencial y psiquiatra del presidente de la República, Hugo Chávez, fue condenado por homicidio intencional. El tribunal ordenó también suspenderle la licencia médica. Pese a su reclusión preventiva, en los últimos dos años él estuvo pasando consulta en su casa. Se espera que sea trasladado a Yare hoy mismo.

El motivo de la muerte

La investigación que condujo a la condena del psiquiatra hizo necesario exhumar el cuerpo de la chica para corroborar que la causa de muerte fue un golpe en la cara, cerca de un ojo.

Además, las pruebas toxicológicas demostraron que Roxana tenía en su organismo una cantidad de sedantes muy superior a la dosis terapéutica que tenía indicada, lo que demostraba que era falso lo que aseguraba el psiquiatra, de que ella se había ido del consultorio por sus propios medios. En el lugar se hallaron grandes manchas de sangre coincidentes con un impacto en la cabeza; las pruebas de ADN probaron que eran de la víctima.

Ana Quintero recuerda que su hija fue cinco veces a terapia con Chirinos, pero la chica le confesó que él la forzó durante la terapia de sueño: "Yo no lo denuncié, porque nadie me iba a creer. Pero la llevé a un médico en Valle de La Pascua que le tratara la depresión; el día de su muerte ella quiso hacer justicia por su propia cuenta, creo que lo amenazó con denunciarlo y fue por eso que él la mató", cuenta.

1.200 fotos incriminatorias

Una de las pruebas que confirmó para el Tribunal la denuncia por violación que habría generado en Chirinos una razón para matar a la chica, fue que en su casa se hallaron 1.200 fotografías de Chirinos abusando sexualmente de sus pacientes mientras estaban bajo efecto de sedantes.

Para Quintero, Chirinos es un hombre con doble personalidad: "un psiquiatra famoso, al que todo el mundo consultaba, y un psicópata capaz de violar a sus pacientes".

El padre de Roxana murió el 17 de septiembre del año pasado de una accidente cerebro-vascular. Ana Quintero dice que nunca superó la muerte de la muchacha. Poco después, ella misma fue arrollada por un carro y quedó con una lesión en una pierna. A pesar de todo, se concentró siempre en su fe y en que se haría justicia.

El abogado de Chirinos, Hany Paredes, dijo que impugnarán el proceso, pues por el artículo 48 del COPP, al ser Chirinos mayor de 70 años, solo puede cumplir cuatro años de la condena, y con casa por cárcel. Además dijo que apelarán.

Ana Quintero dice que ahora seguirá adelante: "Quiero recordar las cosas bellas de mi hija, que son muchas, olvidar lo demás, y seguir la vida".

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