Mintrabajo plantea no exigir libreta militar para obtener empleo

Luis Eduardo Garzón, nuevo ministro de Trabajo.

La prioridad del nuevo ministro del Trabajo, Luis Eduardo Garzón, no es seguir bajándoles los costos laborales a los empresarios, que no pueden sentirse molestos, y menos aún amenazados, ahora que el Gobierno prevé cambios en la jornada laboral y en el pago de los domingos y festivos.

Garzón, venido de las entrañas del sindicalismo colombiano y un incondicional del diálogo social, aclara que esas afirmaciones no hacen parte de un discurso antiempresarial, sino que obedecen al énfasis que le dará a su gestión en el Ministerio: impulso al trabajo decente.

Para él, según dijo en su primera charla con un grupo de periodistas desde su posesión el lunes de la semana pasada, “no es justo que todas las reformas (laborales) que se han hecho en las últimas décadas hayan sido para reducir los costos laborales; es hora de que los trabajadores se beneficien de la (buena) dinámica que registra la economía”.

El solo cambio en la jornada laboral diurna, que desde el 2002, con la Ley 789 impulsada por el entonces presidente Álvaro Uribe, va de 6 de la mañana a 10 la noche, favorecería a no menos de 1,2 a 1,5 millones de trabajadores, cuyos ingresos aumentarían al valer más el tiempo trabajado.

El jefe de la cartera laboral invitó al expresidente Uribe y ahora senador miembro de la Comisión VII a reflexionar sobre las políticas que él lideró (Ley 50 sobre retroactividad de las cesantías y Ley 789) y a evaluarlas a la luz de la realidad actual.

El Gobierno, expresó Garzón, llevará al Congreso un proyecto de ley sobre la jornada laboral y los pagos de domingos y festivos trabajados, el cual se construirá conjuntamente con los trabajadores y los empresarios.

El escenario para afinar esa iniciativa será la Comisión de Concertación Salarial y Políticas Laborales, donde participan precisamente esos tres estamentos: Gobierno, centrales obreras y gremios empresariales. Es muy probable que no se toque el tema del costo de las indemnizaciones a los trabajadores despedidos sin justa causa.

El Ministro se ha movido rápido y ya ha hablado de ese y otros temas con directivos de la CGT; ayer lo hizo con miembros de la cúpula de la CTC y hoy lo hará con voceros de la CUT, central de la cual fue presidente. Hoy también tiene previsto dialogar con el congresista del Partido Liberal Luis Fernando Velasco, quien ‘pedalea’ un proyecto similar al del Ejecutivo entre sus planes; además está por reunirse con Jimmy Chamorro, del partido de ‘la U’, quien impulsa un proyecto parecido junto con el presidente de la Andi (el mayor gremio empresarial del país), Bruce Mac Master.

Lucho Garzón, como lo llaman sus amigos y conocidos, aspira a que en diciembre la tripartita Comisión de Concertación no solo acuerde el salario mínimo del 2015 sino también la agenda de trabajo para ese mismo año, incluido el proyecto sobre la jornada laboral.

No a los retenes

De otro lado, el ministro comenzó a promover la idea de desmontar los retenes que les impiden a muchos colombianos vincularse al mercado laboral formal y mejorar sus ingresos.

Entre los más importantes, dijo que buscará que la libreta militar no sea una condición para poder engancharse laboralmente.

Igualmente, que para entrar al Sena a capacitarse, a mejorar sus capacidades, a adquirir nuevas competencias laborales, el requisito no sea el tener el título de bachiller, porque la mayoría de jóvenes campesinos no son bachilleres, y en consecuencia no se pueden formar ni, menos aún, formalizarse.

Rechazo a los cambios

Una de las banderas del presidente Juan Manuel Santos es la equidad; es en este contexto en que se mueve la reforma de la Ley 789, que hay sido duramente cuestionada por dirigentes gremiales como Guillermo Botero (Fenalco) y Gustavo Adolfo Toro (Cotelco) y de centros de investigación como Anif.

Revertir el abaratamiento laboral conseguido hace 12 años, asegura Clavijo, golpeará el mejoramiento logrado de la productividad del trabajo e impediría aprovechar mejor los tratados de libre comercio, entre otros efectos negativos.