SAS dan lugar a desaparición de Sociedad Anónimas y Limitadas
El considerable aumento en la creación de Sociedades por Acciones Simplificadas (SAS) ha dado lugar a la virtual desaparición de los modelos tradicionales de compañías. Ello obedece a las innegables bondades de esta figura, con la cual se matriculan cerca de 5.500 sociedades al mes.
Para Reyes, autor del libro “Colección Nuevo Derecho Societario” –editado por Legis-, que se presenta en la Feria Internacional del Libro de Bogotá, las SAS han ayudado a consolidar el proceso de formalización de empresas, solo entre 2009 y 2010 el crecimiento fue de 25% al pasar de 35.000 sociedades creadas a 48.000, de las cuales más de 37.000 fueron SAS. En 2012, el total de SAS superó las 55.000.
El 85% de las SAS corresponde a microempresas, 12% a pequeñas sociedades, 2,5% a medianas y 0,5% está representado en grandes compañías.
El comercio al por mayor y menor, las actividades profesionales científicas y técnicas, las industrias manufactureras y la construcción son los renglones económicos en los que más se crean este tipo de sociedades.
Según Reyes Villamizar, las SAS tuvieron la particularidad de actualizar la legislación colombiana y de convertir al país en el primero en la región que tiene un tipo societario de esta naturaleza.
Proyecto de Ley
El interés que ha despertado esta figura ha hecho que Reyes Villamizar haya preparado un Proyecto de Ley Modelo sobre SAS, que ha sido presentado a la OEA y a las Naciones Unidas, para que sirva como modelo legislativo para diferentes países.
De acuerdo con el autor de la iniciativa, son varias las razones que han motivado el crecimiento de esta figura, entre ellas, la facilidad para constituirlas, capitalizarlas y reestructurarlas. De igual forma, es un modelo que garantiza una limitación de responsabilidades, confiere libertad contractual y permite la determinación de mecanismos de reparto de utilidades en la forma más conveniente para los accionistas.
Otras de las bondades es que en este tipo de sociedades no es obligatorio tener juntas directivas, además de que abaratan los costos de operación.
“Las SAS están dotadas de un sistema de resolución de conflictos muy sofisticado, de manera que las controversias que se presenten pueden resolverse ante la Superintendencia de Sociedades que hace las veces de juez”, precisó el experto en temas societarios, quien en su libro hace un completo análisis de este fenómeno, su crecimiento y las perspectivas que se presentan de su aplicación en otros países de la región.
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