¿Se enfría el ímpetu de WOM en Colombia?
Mukesh Ambani revolucionó las telecomunicaciones en India con Jio, impactando precios y competencia. WOM en Colombia sigue un camino similar, generando beneficios y riesgos. Análisis.
En 2016, Mukesh Ambani, el hombre más rico de India, fundador de la empresa Reliance Industries, con negocios en petroquímica, refinación de hidrocarburos, energía, servicios minoristas y medios de comunicación, produjo un terremoto en el mercado de las telecomunicaciones de su país con la creación del operador Jio que, como oferta de lanzamiento, ofreció gratis los servicios de Internet y voz móviles a sus clientes, para luego continuar con precios mucho más bajos que los del mercado.
Ante semejante estrategia, los principales operadores del país, Vodafone Idea, Bharti, RCOM y Tata Teleservices tuvieron que recortar los precios de sus servicios, desencadenando una reducción en el ARPU móvil del 33 %, es decir, un tercio de los ingresos mensuales por cada cliente.
La disminución en los precios impulsó el uso de datos a medida que los ingresos empresariales disminuían, lo cual afectó la calidad y velocidad del servicio, ya que las inversiones en infraestructura se detuvieron, lo que incluso afectó la implementación de 5G.
Para hacer la historia corta, 3 años después del inicio de la guerra comercial motivada por Jio, RCOM quebró; Tata, el conglomerado más grande de ese país, vendió Tata Teleservices a Bharti, y la misma Jio necesitó una inyección de 15 mil millones de dólares que pagó su casa matriz, Relianze, con la venta del 20 % de su negocio de petroquímica.
Hoy, Jio es el mayor operador de la India; pero de 15 empresas que había al momento de su lanzamiento quedan 4.
En Colombia, otro millonario, Thor Björgólfsson (Islandia, 1967), propietario del fondo de capital Novator Partners, con inversiones en los sectores farmacéutico, tecnológico, en recursos naturales y telecomunicaciones, llegó en 2020 con 1.000 millones de dólares para invertir con la intención de hacerse al 25 % del mercado nacional de las telecomunicaciones móviles, tal como lo hizo en Chile.
Las similitudes con el caso indio están en todas partes: WOM inició operaciones en 2021 con una agresiva estrategia comercial que contribuyó a una reducción del 70 % en el precio de Internet móvil, el cual pasó de 8,31 dólares por MB en 2020 a 2,45 en 2023.
Desde la llegada de WOM, los accesos a Internet móvil en Colombia han aumentado en 10,4 millones y el consumo de datos se triplicó. Sin embargo, el ingreso promedio mensual por usuario de este servicio (ARPU), tanto en pospago como en prepago, disminuyó 5,71 % entre enero de 2021 y septiembre de 2023, período en el que la inflación acumulada fue del 28,46 %. Esto añadió presión a las finanzas de una industria que invierte alrededor de 9 billones de pesos anuales en su operación.
El año pasado, Tigo-UNE estuvo al punto de la quiebra por varios meses, hasta que los socios paisas (EPM) y europeos (Millicom) acordaron su capitalización.
A esto se sumó la firma de un memorando de entendimiento entre Tigo-UNE y Telefónica (Movistar) para la compartición de redes de acceso móvil, que le dio oxígeno a la emproblemada empresa. Acuerdo que, además, les permitió a ambas compañías participar en la subasta de espectro de 5G, a pesar de la caída en los ingresos y el complejo contexto macroeconómico local, sin poner en riesgo su viabilidad futura.
Incluso, el gigante Claro, operador que sí reporta utilidades, se queja de falta de liquidez.
Pero ahora el contexto está cambiando: WOM (que según sus representantes ya tiene más de 6 millones de clientes, aproximadamente el 6,7 % de las 85 millones de líneas móviles), da muestras de estar levantando el pie del acelerador, lo que se aprecia en el menor ímpetu y agresividad en su estrategia de marketing y comunicaciones, así como en que no se haya montado en la ola de anuncios de servicios 5G, a diferencia de los otros 3 grandes competidores.
Es probable que esto haya impactado los números de WOM en Colombia en portabilidad numérica en enero y febrero de este año, meses en los que salieron más usuarios de su red de los que entraron. De hecho, en enero fue el operador con más deserciones netas: 78.213. No olvidemos que una alta captación de clientes requiere de grandes inversiones.
Además, la competencia de precios disminuyó levemente en la segunda mitad de 2023, como lo confirman los números de los competidores, cuyo ARPU aumentó sutilmente en los últimos meses.
A la idea de una moderación en la avasalladora marcha inicial de WOM hay que agregarle el ruido que llegó desde Chile a finales de octubre del año pasado, a propósito de unas declaraciones de Chris Bannister, anterior CEO de la empresa en Colombia, sobre un supuesto freno a las inversiones en el país durante 2024. Comentario que desmintió la empresa tajantemente al tiempo que remarcó la independencia de las operaciones.
De hecho, Faihan Alfayez, vicepresidente de asuntos corporativos de WOM Colombia, consultado sobre este tema, respondió por escrito: “En la subasta 5G ratificamos nuestro objetivo de continuar expandiéndonos en Colombia. Para financiar estas inversiones, se proyectan recursos en los próximos años que provendrán de diferentes fuentes de financiación, incluyendo nuestro accionista, así como bancos nacionales e internacionales”.
Por ahora, WOM ha invertido 1.080 millones de dólares en el despliegue de espectro, red 4G, equipo de trabajo y sedes comerciales; además, en la subasta de 5G adquirió un compromiso por 380.000 millones de pesos (alrededor de 82 millones de dólares).
No obstante, como en Jio, necesitará del apoyo de su casa matriz, Novator Partners, para alcanzar la meta de 25 % del negocio.
¿Su casa matriz está dispuesta a apalancar las inversiones para ampliar la participación en un mercado de telecomunicaciones tan competido, donde hay un operador, Claro, que supera la mitad de la torta, y no da muestras de ceder terreno?
A pesar de los mensajes oficiales de la empresa que reafirman el compromiso de Novator con su participación en Colombia, hay señales de una disminución en su dinamismo, en contraste con la operación chilena, donde en el tercer trimestre de 2023 se consolidó como el segundo operador con 25,6 % del mercado luego de 8 años de presencia.
Como menciona Faihan Alfayez, WOM se encuentra en un momento de expansión muy rápida en un mercado muy competitivo, lo que implica “inyectar recursos, administrar con disciplina y tener unos objetivos muy claros que nos permitan llegar a punto de equilibrio próximamente”.
La expectativa está en la presentación de los estados financieros de 2023 para determinar si están encaminados hacia el punto de equilibrio. En todo caso, con la habilitación de compartición de infraestructura en Colombia se abrió una puerta para fortalecer su posición, reduciendo la presión a las finanzas internas; o está la opción de una fusión o adquisición. No olvidemos que esta es la industria más dinámica en M&A (fusiones y adquisiciones).
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