Excelente portafolio, pero...¿Cuándo cumple los 40?

Es un poco cliché decirlo, pero ponerte metas te ayuda a cumplirlas. No es por nada que los propósitos de año nuevo son algo tan común en nuestra cultura. Saber hacia dónde te diriges, definir claramente tu propósito final, es un paso vital si quieres mejorar tu situación en la vida, si quieres tener más éxito, o si quieres lograr cualquier cosa. Y esto aplica tanto para ti mismo a nivel personal, como para un grupo o una organización, ya sea de 10 o 10.000 miembros.

Pero al mismo tiempo todos hemos escuchado cómo los “propósitos de fin de año no se cumplen”. Comenzamos motivados y emocionados y dándolo todo por nuestro objetivo, pero al par de semanas estamos quemados y cansados, y poco a poco comenzamos a ignorar más y más nuestro nuevo objetivo. Y cuando llega el fin del siguiente año, ¡nos percatamos de que no hicimos prácticamente nada, todo el año!

Y por cada año que pasa en el que no cumplimos estos objetivos, se vuelve más difícil cumplir los del siguiente… De hecho, incluso ponerse propósitos se vuelve casi cansón. Y termina volviéndose realidad el meme de “me propuse adelgazar en este 2024, y para el 1 de enero ya estoy de nuevo comiendo torta después del almuerzo.”

Pero, ¿Por qué?

¿Por qué pasa esto? ¿Por qué parecen ser tan difíciles de cumplir los objetivos que nos proponemos? Y sobre todo, ¿cómo podemos romper este círculo vicioso de proponernos cosas y no cumplirlas, una y otra vez?

Bueno, hay un montón de razones psicológicas por las que no cumplimos nuestras metas personales y empresariales. Explicarlas en detalle no es algo para lo que tengamos tiempo ahora mismo, pero si quieres ahondar en ello estoy seguro de que encontrarás mucho material en internet al respecto si buscas.

Lo que vamos a ver aquí es una razón específica. Es una de las más impactantes, y por suerte, también una de las más sencillas de abordar: ¡Falta de detalle!

Obviamente, decir “Quiero bajar de peso”, o “Quiero que se duplique la facturación” no basta. Pero el problema usualmente NO ES que la gente no entre a la acción: Hay un paso intermedio entre proponerse la meta y entrar a la acción que demasiada gente se salta, y que les termina costando su objetivo.

El paso que falta

Y este es el paso de DESGLOSAR. Comienza con tu propósito final. Acompáñalo con lo que llamamos un “Escenario ideal”, una descripción detallada de la situación ideal a la que quieres llegar, y ponle a todo esto una fecha que parezca realista. Y luego, escribe qué cosas, más pequeñas, tienes que lograr para llegar a tu propósito final y tu escenario ideal. Esos son tus sub-propósitos. Puedes llamarlos “objetivos”, o como prefieras. Luego, desglosa cada uno de estos objetivos, de nuevo, y repite esto hasta que llegues a un paso a paso, en el que cada paso es sencillo y rápido de hacer y seguir. Ponle fechas a todo, escribe todos los detalles, y asegúrate de que cada paso se pueda cumplir en el tiempo definido.

Una vez tengas todo hecho, revisa todo lo que escribiste, de abajo hacia arriba. Cuando llegas al paso a paso detallado, puede que te des cuenta de que te falta un objetivo, o que la fecha que definiste al inicio era demasiado optimista. Corrige lo que necesites, y luego revisa de nuevo de arriba hacia abajo. Repite hasta que todo encaje y empate.

Qué hacer luego

Y una vez tienes tu plan, entrar a la acción será mucho más sencillo, porque sabrás exactamente todo lo que tienes que hacer cada día, y sabrás qué NO tienes que hacer. Tener un plan como este evita que te “quemes” en el proceso, y elimina un montón de confusión y estrés del proceso: Las principales razones por las que uno suele abandonar objetivos que se propone. Y a nivel empresarial, este plan te dará claridad de qué es lo que cada miembro de tu equipo tiene que hacer, y cuándo, para cumplir los objetivos que se propusieron.

Solo hacer este plan elevará exponencialmente tus probabilidades de cumplir tu meta, o hacer muy buen progreso hacia ella.

Y luego de esto, claro, tienes que medir. Toma toda la información de tu nuevo plan, y rastrea su cumplimiento a lo largo del año. Solo midiendo puedes asegurarte de que las cosas se hagan realmente.

Todo este proceso toma más tiempo y trabajo que solo desear algo, por supuesto. Pero a cambio de esto, tendrás el control de lo que pasa con tu vida realmente, y no solo le estarás dejando tu destino a la suerte...

¡Así que la decisión es tuya!

Comentarios

Entradas más populares de este blog

Nuevo Sparkies Crunchy

Diez formas en las que la industria de los videojuegos gana a través de los datos