Colombia quiere cambiar divisas de carbón y petróleo por turismo: Petro
El mandatario dijo que Colombia es como se titula la campaña de promoción, “el país de la belleza”, ese que en medio de la monotonía, puede cambiar emociones, sentimientos y existencia.
Davos, Suiza - El presidente Gustavo Petro manifestó la intención de su Gobierno de reemplazar las divisas que le entran a Colombia fruto de la venta de carbón y petróleo, la mayor parte de sus divisas, desde hace 40, 50 años, por turismo, por el visitante”, al inaugurar la Casa Colombia en la ciudad de Davos (Suiza), en el marco de su participación en el Foro Económico Mundial.
“Queremos mostrar formas alternativas de sentido de la vida, de intensidad de la vida en un mundo descarbonizado. Y esa posibilidad está, precisamente, en la relación con la naturaleza”, añadió el jefe de Estado, pocos minutos después de arribar al país suizo, proveniente de Guatemala, donde asistió a la posesión del presidente Bernardo Arévalo de León.
Enfatizó que Colombia es la segunda potencia mundial en biodiversidad y expuso que es un territorio con generosa cantidad de vida por metro cuadrado.
Recalcó la esquina suramericana es sin duda el corazón de la vida toda vez que Brasil es la primera nación biodiversa por extensión seguida de Venezuela y Ecuador.
La campaña, puntualizó el mandatario, implementada por Colombia invita no solo a inversionistas, sino a personas comunes y corrientes a visitar a Colombia, a mirar esa biodiversidad, a sentir el relacionamiento con la intensidad de la vida, todo a partir de la biodiversidad.
“Cuando el ojo humano está acostumbrado a la monotonía, ¿cómo esa explosión de vida puede cambiar, incluso, las emociones, los sentimientos y la existencia? Y eso es Colombia. Por eso lo hemos llamado, y así se titula esta campaña, el país de la belleza”, resaltó el señor Presidente.
El presidente Gustavo Petro Urrego enfatizó que para salvar la selva amazónica se requiere de una importante inyección de recursos por el orden de los 2.500 millones de dólares anuales, lo que implica un cambio de deuda pública por acción climática y no de limosna.
“Necesitamos un flujo de aproximadamente 2.500 millones de dólares al año para lograr revitalizar el espacio ya deforestado y para mantener a través de los años la construcción de una bioeconomía, es decir, de una economía con la selva y no contra la selva, lo que implica sostenerla”, indicó.
El presidente de los colombianos, que participa en la reunión anual del Foro Económico Mundial en Davos, Suiza, manifestó que Colombia puede financiar la acción climática que necesita la selva amazónica con el fin de salvar ese ecosistema vital para el planeta.
“Para el caso colombiano lo que proponemos no es cooperación. Lo que proponemos es que nosotros mismos podemos financiar la acción climática que se necesita para la selva, pero para ello necesitamos liberar nuestros propios recursos en la cuantía de 2.500 millones de dólares al año”, explicó.
Agregó que si no se afecta el sistema financiero a escala global, no hay mecanismos para costear la acción climática que se necesita.
Lo anterior, reiteró el jefe de Estado, se debe hacer a partir de cambiar deuda por acción climática, es decir, de reformar el sistema financiero mundial.
“No es la limosna, es un mecanismo poderoso de financiamiento de la acción climática que a escala universal implica un cambio del sistema financiero mundial. Brasil nos propuso a cambio de nuestra propuesta, que es emitir derechos especiales de giro en el Fondo Monetario Internacional, FMI”, sostuvo.
El punto de no retorno
El presidente Petro señaló que si no se salva la selva amazónica esto significa un punto de no retorno para la humanidad, frente a los niveles de contaminación por explotación de hidrocarburos en los países desarrollados.
“Hoy tenemos una enorme chimenea de CO2 en el norte de América y una esponja en el sur que parcialmente consume, absorbe ese CO2. Si la selva se acaba no hay nada más que hacer. Entramos a lo que se llama el punto de no retorno. Por eso la selva amazónica no es solamente la palabra estratégica. La palabra es vital para la especie humana”, especificó.
El mandatario aseveró que la selva amazónica está amenazada por actividades depredadoras como la explotación de petróleo, la minería ilegal y grandes extensiones de ganadería extensiva.
“La selva amazónica vale más que el petróleo que está allí dentro. Es la vida. El petróleo es la muerte. Así de simple. Pero para poder hacerlo, hay que disminuir la emisión de las chimeneas del norte y hay que cambiar el sistema financiero mundial para permitir que se liberen los recursos de los países en general del planeta para que se puedan dedicar a la acción climática”, dijo.
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