Secretaria de The Beatles cuenta intimidades de la banda
Freda era una adolescente que pasó de llevar un pequeño club de fans a ser la mano derecha del grupo.
El documental 'Good Ol' Freda' cuenta la historia de la confidente de la banda, secretos de los artistas, sus amores y la droga.
Cuando una celebridad muere o se acaba un grupo que marcó un hito, miles de conocidos corren para sacar libros, entrevistas o documentales con detalles íntimos del personaje, tal vez sedientos de fama o para inmortalizar una faceta de la estrella. Ese es el caso del nuevo documental Good Ol’ Freda, narrado por una mujer que se convirtió en la mano derecha de una de las bandas más grandes de la historia, The Beatles.
Su nombre es Freda Kelly, quien trabajó durante 11 años al lado de John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr, secretaria del 'manager' del grupo, Brian Epstein, y la única encargada del club de fans de la banda de rock.
Casi 42 años después, la mujer, impulsada por las ansias de su nieto por conocer detalles íntimos de The Beatles, se atrevió a contar sus memorias, experiencias, además de cualidades y personalidades de los artistas. "Paul nunca se enfadaba, Ringo era el gracioso, George el más considerado y John el más irascible", asegura Freda.
"Me llamo Freda Kelly y trabajé para The Beatles durante once años", así empieza el documental, dirigido por Ryan White y presentado en el festival de cine musical SXSW de Austin (Estados Unidos). La película cuenta los secretos que durante años Freda guardó y se lanza con el visto bueno de Paul McCartney y Ringo Starr, los dos artistas del grupo que todavía viven, lo que permitió que pudiera utilizar las canciones originales del grupo, sin pagar una fortuna.
De fan a secretaria y de secretaria a amiga
Siendo una adolescente Freda vio por primera vez a los Beatles en el Cavern Club de Liverpool, donde se hizo amiga de ellos y quedó cautivada inmediatamente, pero al convertirse en una fan tan devota, el manager de The Beatles, Brian Epstein, le ofreció trabajo y ella, aprovechó de inmediato la oportunidad.
Con tan sólo 17 años, Freda Kelly consiguió su sueño de trabajar como secretaria al lado de la banda de rock local favorita. Esa banda naciente era la que años después se convirtió en un ícono del rock.
Freda rechazó la fama o sacar ganancias por trabajar al lado de la banda, además, asegura que pudo volverse rica guardando objetos de ellos, pero prefirió repartirlos a sus fans. En la película narra la historia jamás contada de los miembros del grupo, sus amores y las drogas, incluso, se atreve a decir “me consta que John probó el LSD".
La mujer aclara que su objetivo no fue lucrarse con el documental, simplemente quiso contarle a su nieto, su huella en la historia del rock.
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