México ya fabrica impresoras 3D

Ciudad de México_ En la empresa de alta tecnología InterLatin, con sede en Guadalajara, un grupo de cuatro jóvenes —su edad promedio es de 24 años— encabezan el proyecto interno Colibrí 3D para desarrollar una impresora en tercera dimensión. Su comercialización podría iniciar a finales de este año o a inicios del 2014.

La impresora desarrollada por la empresa permite, por ejemplo, construir en 25 minutos un objeto de plástico ABS (un plástico delgado, de baja densidad, utilizado para imprimir en 3D) de 4x4x4 centímetros, a partir de un modelo hecho en un software de diseño.

Desde su diseño hasta la fabricación, esta impresora 3D está a cargo en su totalidad de las manos y mentes mexicanas del equipo de Gustavo Benítez, Francisco Martín del Campo, Juan Pablo González y Ricardo Madrigal.

“El proyecto empieza en un momento en que teníamos poca carga de trabajo y, simplemente por el hecho de buscar hacer cosas nuevas e innovar, surge la idea de que podemos hacer una impresora 3D. En octubre del año pasado se empieza a investigar la tecnología, cómo funciona y los componentes hasta tener un concepto y un plan de trabajo. En diciembre del 2012 se presenta al director de la empresa y nos da luz verde para arrancar el proyecto”, contó Juan Pablo González, diseñador junior en el Centro de Diseño de InterLatin. 

De visita en la ciudad de México para exponer su tecnología durante la 34 Convención Nacional de Canieti, los miembros del equipo de desarrollo de Colibrí 3D aseguran que, luego de un año de desarrollo y tras una inversión de aproximadamente 6,000 dólares, ya afinan los últimos detalles para iniciar la comercialización del producto a un precio al público inferior a los 1,000 dólares.

El lanzamiento, de lograrse este 2013, estaría en línea con la celebración del 15 aniversario de la fundación de InterLatin, que dirige Alejandro Carrillo. InterLatin se dedica a la manufactura digital, el desarrollo de productos digitales, el diseño mecánico para electrónica y el diseño y simulación de plantas. Tienen 300 colaboradores, instalados en el parque industrial Jalisco de Tlaquepaque, en la zona metropolitana de Guadalajara.


“Para el primer año pensamos colocar unas 6,000 impresoras en México. Nuestra área de negocio será México, buscando mercados muy específicos como el educativo o el casero, y eso nos permitirá pensar en un mercado global, sobre todo porque creemos que tenemos un producto competitivo con lo que hay en otros países a un mejor precio y mejores características”, explicó Salvador Fabila, director del área de Desarrollo de Productos Digitales de InterLatin. 

En los planes de comercialización también está la entrega de un software de InterLatin para el diseño digital de productos, con la idea de facilitar la adopción de esta tecnología en personas que sean ajenas a las áreas de ingeniería, arquitectura o diseño.

“Cualquier persona, incluyendo un niño, una señora, una ama de casa que probablemente no tiene mucho conocimiento en ingeniería, podrá usarlo sin mayor complejidad y con la sencillez de tomo, acomodo, adecuo, escalo e imprimo”, aseguró Ricardo Madrigal Maldonado, ingeniero en InterLatin y miembro del proyecto. 

La tecnología de impresión en tercera dimensión ha sido considerada por gurús como Chris Anderson, ex editor de la revista Wired y fundador de 3D Robotics, e incluso el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, como una revolución, ya que tiene el poder de democratizar la manufactura y abrir el espectro de creación en áreas como la medicina, con la posibilidad de producir prótesis o tejidos para realizar transplantes.

Los desarrolladores de InterLatin están conscientes de ello. Si bien aseguran que aún es temprano para pensar en desarrollos para este nicho en específico, sí tienen contemplado la investigación en materiales distintos al plástico para imprimir en tercera dimensión.

De acuerdo con Fabila, ya investigan la posibilidad de crear impresoras para trabajar con cerámica o metales.

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