La extirpación completa del tumor no es sinónimo de cura del cáncer
Chávez, anoche (izq.) y Chávez, el 6 de junio.
Para confirmar si Chávez lo venció, se requerirían tratamientos de quimio o radioterapia.
Puede decirse, desde el punto de vista médico, que las declaraciones del presidente Hugo Chávez no arrojan claridad absoluta sobre el diagnóstico de su enfermedad. No obstante, es posible hacer, a partir de la información que ha venido conociéndose en las últimas semanas, algunas inferencias.
El primer síntoma que enunció fue la presencia de un absceso en alguna parte de la pelvis, que debió ser drenado quirúrgicamente. Esta sería la primera operación a la que Hugo Chávez hace referencia.
Durante ese procedimiento, o bien en el material que se le extrajo, se encontraron células cancerosas (diagnóstico al cual se llega mediante análisis de patología).
Esto hace presumir que no se trataba de un absceso puro (es decir, una acumulación de pus), sino de una masa, maligna en este caso, que acabó sobreinfectándose.
Al parecer, esto obligó a los médicos a practicarle una segunda cirugía para extirparla. De acuerdo con el propio mandatario venezolano, esta fue sacada en su totalidad.
Con este cuadro clínico descrito, médicamente puede presumirse que el presidente Chávez podría estar afectado por un cáncer de recto, de colon sigmoides, del ciego (porción derecha del colon) o de próstata.
Todos ellos producen masas que por el sitio en el que están, son susceptibles de sobreinfectarse y producir abscesos. Aunque menos probables, no se descarta un cáncer anal o de vejiga.
En estricto rigor, su extirpación completa no es sinónimo de cura; antes es necesario determinar, además del tipo de tumor (hay unos más agresivos que otros), su tamaño y su invasión a ganglios u órganos vecinos. Esto requeriría la práctica de tratamientos complementarios de quimio o radioterapia. También se requieren seguimientos regulares, por tiempos que se definen según el tipo de cáncer. En otras palabras, hoy no es posible decir que esté curado.
Siguen especulaciones
En las últimas semanas circuló extraoficialmente, entre el gremio médico y científico venezolano, la hipótesis de que el presidente Chávez tenía en realidad "un cáncer de próstata avanzado", y que habría "viajado a Cuba con todo programado, incluidos dos especialistas que trabajaban en el Hospital de Clínicas de Caracas, y un especialista norteamericano, para ser manejado quirúrgicamente. Su operación la vieron muy complicada", reza la comunicación que circuló, confidencialmente, entre el cuerpo médico del continente.
El cáncer -que se manifiesta con la multiplicación incontrolada de células malignas- es una enfermedad en cuyo tránsito consume la mayoría de la energía del cuerpo. Eso explicaría la marcada pérdida de masa corporal, que se evidencia en las últimas imágenes conocidas del mandatario venezolano. Es claro que el Presidente ha perdido parte de la grasa que ha acumulado en la cara y el cuello.
A esto se suma el desgaste corporal causado por el absceso que es, en esencia, el producto de una infección, y el causado por los procedimientos quirúrgicos.
No se puede perder de vista el hecho de que el mandatario ha estado sometido a altos niveles de estrés emocional, que normalmente acompañan este tipo de enfermedades. En general, estas se manifiestan con insomnio, inapetencia, apatía y desgano, con lo que sí puede asegurarse que el Presidente está enfrentando una situación de salud grave, con un pronóstico incierto y de curso prolongado.
Para confirmar si Chávez lo venció, se requerirían tratamientos de quimio o radioterapia.
Puede decirse, desde el punto de vista médico, que las declaraciones del presidente Hugo Chávez no arrojan claridad absoluta sobre el diagnóstico de su enfermedad. No obstante, es posible hacer, a partir de la información que ha venido conociéndose en las últimas semanas, algunas inferencias.
El primer síntoma que enunció fue la presencia de un absceso en alguna parte de la pelvis, que debió ser drenado quirúrgicamente. Esta sería la primera operación a la que Hugo Chávez hace referencia.
Durante ese procedimiento, o bien en el material que se le extrajo, se encontraron células cancerosas (diagnóstico al cual se llega mediante análisis de patología).
Esto hace presumir que no se trataba de un absceso puro (es decir, una acumulación de pus), sino de una masa, maligna en este caso, que acabó sobreinfectándose.
Al parecer, esto obligó a los médicos a practicarle una segunda cirugía para extirparla. De acuerdo con el propio mandatario venezolano, esta fue sacada en su totalidad.
Con este cuadro clínico descrito, médicamente puede presumirse que el presidente Chávez podría estar afectado por un cáncer de recto, de colon sigmoides, del ciego (porción derecha del colon) o de próstata.
Todos ellos producen masas que por el sitio en el que están, son susceptibles de sobreinfectarse y producir abscesos. Aunque menos probables, no se descarta un cáncer anal o de vejiga.
En estricto rigor, su extirpación completa no es sinónimo de cura; antes es necesario determinar, además del tipo de tumor (hay unos más agresivos que otros), su tamaño y su invasión a ganglios u órganos vecinos. Esto requeriría la práctica de tratamientos complementarios de quimio o radioterapia. También se requieren seguimientos regulares, por tiempos que se definen según el tipo de cáncer. En otras palabras, hoy no es posible decir que esté curado.
Siguen especulaciones
En las últimas semanas circuló extraoficialmente, entre el gremio médico y científico venezolano, la hipótesis de que el presidente Chávez tenía en realidad "un cáncer de próstata avanzado", y que habría "viajado a Cuba con todo programado, incluidos dos especialistas que trabajaban en el Hospital de Clínicas de Caracas, y un especialista norteamericano, para ser manejado quirúrgicamente. Su operación la vieron muy complicada", reza la comunicación que circuló, confidencialmente, entre el cuerpo médico del continente.
El cáncer -que se manifiesta con la multiplicación incontrolada de células malignas- es una enfermedad en cuyo tránsito consume la mayoría de la energía del cuerpo. Eso explicaría la marcada pérdida de masa corporal, que se evidencia en las últimas imágenes conocidas del mandatario venezolano. Es claro que el Presidente ha perdido parte de la grasa que ha acumulado en la cara y el cuello.
A esto se suma el desgaste corporal causado por el absceso que es, en esencia, el producto de una infección, y el causado por los procedimientos quirúrgicos.
No se puede perder de vista el hecho de que el mandatario ha estado sometido a altos niveles de estrés emocional, que normalmente acompañan este tipo de enfermedades. En general, estas se manifiestan con insomnio, inapetencia, apatía y desgano, con lo que sí puede asegurarse que el Presidente está enfrentando una situación de salud grave, con un pronóstico incierto y de curso prolongado.
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