El enorme dilema de la oposición venezolana frente al ajedrez chavista y las presidenciales
Las elecciones presidenciales en Venezuela serán el 28 de julio, una fecha que fue anunciada luego de casi un año de rumores y espera. El anuncio sucede en medio de la incertidumbre política por varios frentes, el primero con la inhabilitación de la principal candidata de la oposición, María Corina Machado. El segundo, la no confirmación –hasta ahora– de que Nicolás Maduro buscará una tercera reelección para el chavismo, cosa que parece evidente pero que no luce fácil.
El último estudio de opinión de la encuestadora Datincorp arrojó que si las elecciones fueran ahora mismo, 55 % de los venezolanos votarían por la ganadora de las primarias opositoras, María Corina Machado; mientras 14% lo haría por Maduro y 8 % por otros candidatos.
El problema es que Machado está impedida por la Justicia y la Contraloría para presentarse a cualquier elección popular.
“Óiganme bien, aquellos que están hablando de sustituto, les tengo una sorpresa. Sí, aquí sí hay un sustituto, el que va a sustituir a Nicolás Maduro, que soy yo”, dijo esta semana la exdiputada frente a decenas de simpatizantes en el estado Barinas, región que fue arrebatada al chavismo en las últimas elecciones regionales.
Pero aunque Machado insiste en que nadie la sustituirá como candidata opositora, es poco probable que el gobierno ceda habilitándole, incluso con la presión de Estados Unidos, que amenaza con reimponer sanciones desde el 18 de abril.
Desafío para la oposición
Según el cronograma anunciado por el Consejo Nacional Electoral, los candidatos deben inscribirse entre el 21 y el 25 de marzo. Según el analista y director de la firma Datanálisis, Luis Vicente León, es la verdadera clave de la situación.
Para León, las incertidumbres críticas que definen los escenarios políticos del país son claras y se basan en cuál será la respuesta y estrategia de Machado ante la imposibilidad irreversible de participar, cuál será la acción de la Plataforma Unitaria o los partidos tradicionales y, finalmente, cuál será la reacción de EE UU.
De la elección que propondrá Machado, repitiendo la experiencia de Juan Guaidó, con probablemente el mismo resultado? ¿Presionará a Machado para que ceda con un candidato sustituto que pueda correr en la elección habilitado? o ¿Aplicará la ley de la ventaja a un candidato nombrado por el resto de la oposición, para permitir que la pelota siga en juego y la oposición tenga la opción de crear moméntum político?”. Son los interrogantes aún sin respuesta que plantea León.
Pero para el politólogo Gabriel Flores, de la Universidad Central de Venezuela, sí es posible que la oposición aglutinada bajo la Plataforma Unitaria Democracia (PUD) logre definir una candidatura que sustituya a María Corina Machado.
Pero para ello, dice Flores, la opositora “debe agotar todas las cartas antes de dar un paso al costado. Incluso intentar pacíficamente inscribir su candidatura ante el Consejo Nacional Electoral; y agotar todos los mecanismos constitucionales”.
El politólogo también considera que el equipo de Machado debe considerar que cualquier sustitución tendrá que estar bien planteada para que no constituya un mecanismo de desesperanza.
Asimismo, se deben evaluar diversos aspectos para que la sustitución no tenga un “efecto desmovilizador y desesperanzador considerable en los adeptos a Machado”. Para Flores, la candidatura sustituta tendría que ser definida directamente por María Corina y presentada en compañía de todos los partidos que componen a la PUD. De lo contrario – dijo- sería un factor desesperanzador para sus seguidores.
Ante este panorama, la interrogante es si el chavismo tiene el camino ganado, sobre todo luego del 15 de marzo, cuando se conozca de manera oficial al candidato del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Y aunque son más las ventajas del gobierno sobre la oposición, hay quienes consideran que no todo está perdido.
El reto para la oposición es no perder el foco de participar en la ruta electoral.
Para Giulio Cellini, director de la consultora LOG Consultancy, si bien la oposición se encuentra en una encrucijada, “eso no implica que no tenga oportunidad de triunfo en la elección presidencial si actúa estratégicamente y acude en condiciones de unidad con el apoyo de Machado y una candidatura sustituta”.
Para Cellini, esa condición favorable de los opositores se debe a que en este proceso el gobierno de Maduro registra sus índices de desaprobación más altos. “Esto es una oportunidad que puede capitalizar la oposición”, dijo.
Y añade que por eso mismo tiene que actuar de forma estratégica: “Escoger una candidatura sustituta lo más competitiva posible”.
Para el analista, es importante también que la oposición mantenga la opción de participar en los comicios y no tomar la vía de la abstención. “El reto para la oposición es no perder el foco de participar en la ruta electoral”, insiste Cellinia.
La estrategia chavista
“¡Amén, vamos a elecciones presidenciales!”, dijo Maduro en un acto público hace unos días. “Estoy seguro que el pueblo volverá a dar su batalla y volverá a conquistar una gran victoria. ¡Que viva la democracia bolivariana, que viva la libertad y la unión del pueblo!”, insistió el mandatario.
El 28 de julio es una fecha importante para el chavismo. Ese día es el cumpleaños del fallecido presidente Hugo Chávez, por lo que es probable que apelen a su memoria para conectar con la gente y obtener votos.
“El chavismo se sabe perdido. Lo dicen los estudios de opinión. No hay dinero como antes para repartir beneficios, así que apelará a sentimiento”, explica el politólogo Carlos Zambrano.
Otro factor clave será la presión internacional, que luego del acuerdo de Barbados firmado con la oposición en octubre, mantiene las esperanzas de que la elección pueda ser “transparente, justa y verificable”.
Sin embargo, Machado insiste en el incumplimiento de lo pactado. Este sábado la líder opositora denunció “una violación más al ya pisoteado” acuerdo luego de que un cuarto dirigente de su campaña fue detenido. Se trata esta vez de Emil Brandt, a quien la fiscalía acusa de tener vínculos con planes “terroristas” contra Maduro.
Por su parte, Estados Unidos señala que apoya el “proceso democrático” en Venezuela, pese a las “transgresiones” del gobierno de Maduro, que da pasos “en la dirección equivocada”, afirmó el jueves el jefe de la diplomacia estadounidense para América Latina, Brian Nichols.
El gobierno del presidente estadounidense, Joe Biden, levantó parcialmente el año pasado algunas de las sanciones impuestas a Caracas en respuesta al acuerdo alcanzado en octubre, el cual perseguía varios objetivos: la puesta en libertad de algunos estadounidenses encarcelados y de presos políticos venezolanos, poner fecha a las presidenciales y el levantamiento de la inhabilitación de todos los candidatos a los comicios. Todo se ha cumplido, salvo la habilitación de Machado.
Ahora queda esperar el desarrollo del cronograma electoral con especial énfasis a las fechas del 21 al 25 de marzo, cuando se inscriban los candidatos definitivos.
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