Aprendizaje activo en las aulas: la evolución hacia la economía del conocimiento
Por Fernando Maroniene, Vicepresidente de Marketing de Ricoh Latinoamérica
Actualmente, captar la atención de los alumnos constituye uno de los mayores desafíos de los profesores. En la era de la conectividad constante e instantánea, la capacidad de concentración del estudiante ha disminuido dramáticamente. Eso significa que los días de las clases magistrales frente al aula podrían terminar en un futuro próximo. La práctica de las conferencias se remonta a 900 años atrás cuando las universidades surgieron por primera vez en Europa occidental. No obstante, todavía es la forma predominante de obtener información en algunas instituciones de educación superior. Si bien esta forma de enseñanza es cada vez menos efectiva, la pregunta es: ¿de qué otra manera pueden los profesores de las universidades involucrar a sus estudiantes en su ciclo de enseñanza?
Las teorías y tendencias en el sector de la educación superior se focalizan hoy en un método cada vez más popular que ha demostrado ser más eficaz entre los estudiantes de hoy: el aprendizaje activo.
Las nuevas generaciones apuestan por el aprendizaje activo
A través de este método, los maestros se convierten en facilitadores, explorando un conjunto de experiencias de aprendizaje más colaborativas y personalizadas. La investigación de la revista Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) analizó 225 estudios que informaron de los puntajes en los exámenes y el rendimiento estudiantil en los cursos de ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas (STEM) comparando las metodologías tradicionales versus el aprendizaje activo. Los resultados indicaron que los promedios en los exámenes mejoraron aproximadamente un 6% en las secciones de aprendizaje activo, y que los estudiantes con clases tradicionales tenían 1,5 veces más probabilidades de fracasar que los alumnos con aprendizaje activo[1].
La visión de la "transformación de las aulas" se traduce en reducir las conferencias y enfocarse en desarrollar proyectos grupales y otras formas de aprendizaje activo. De acuerdo con una encuesta reciente[2], el 69% de profesores y administrativos de nivel superior, se sienten más emocionados que temerosos sobre la noción de dedicar menos tiempo dando clases de manera teórica y más foco entrenando a sus estudiantes con proyectos grupales.
Maximizando la explosión tecnológica en las aulas
Desde teléfonos celulares hasta computadoras portátiles y tabletas, la tecnología emergente juega un papel muy importante en la vida de los estudiantes. Las nuevas generaciones de la era digital piden incorporar estos dispositivos para mejorar su aprendizaje. Por ello, el desafío actual de la educación superior está compuesto de una combinación entre la evolución natural de los nuevos métodos de enseñanza y un tipo de estudiante con expectativas más altas: teniendo la tecnología y el compromiso social como terreno común.
Por su lado, las instituciones de educación superior no solo necesitan brindar de manera segura las herramientas, sino que también tienen la tarea de identificar las tendencias futuras para poder preparar a los estudiantes para los empleos emergentes o aquellos que ni siquiera han sido inventados todavía.
Para mejorar el proceso de aprendizaje, en Ricoh identificamos tres canales de cambio para focalizar la innovación y obtener una educación adaptada a las nuevas expectativas:
· Experiencia colaborativa: se desarrolla mediante una interacción grupal y la exploración de diferentes perspectivas de otros estudiantes y docentes. Estas herramientas colaborativas ayudan a unir a los estudiantes en un ejercicio de descubrimiento del conocimiento, y ayuda a desarrollar las habilidades que los estudiantes necesitarán en el desarrollo de su carrera profesional.
· Contenido alineado: Aunque a través de Internet se pueda realizar el intercambio de servicios e información, no es necesariamente confiable. Las herramientas como la gestión de la identidad y el acceso están diseñados para garantizar la fiabilidad para aquellos que acceden a los recursos (centros de datos, bases de datos, instrumentos remotos, recursos de aprendizaje, etc.). La habilidad de compartir recursos más allá de las limitaciones del campus físico depende del manejo de la confianza, la identidad y el acceso.
· Enseñanza diferenciada: El aprendizaje en línea brinda mayor flexibilidad que los programas de un campus tradicional. La tecnología permite no solo la flexibilidad de tiempo, pero también empodera a los estudiantes para revisar aquellos temas que no se comprendieron en su totalidad. Ese es el concepto de "a mi propio ritmo", en el cual el estudiante esta 100 % en control del proceso de aprendizaje. En las aulas físicas, los maestros también saben que no todos los estudiantes aprenden al mismo ritmo, por lo que dividir la clase en grupos que ayuda el maestro a avanzar a diferentes velocidades y niveles de acuerdo con cada grupo.
En relación a las herramientas tecnológicas para aterrizar estos canales de cambio, actualmente, las pizarras interactivas están ganando popularidad entre las universidades, debido a su capacidad para ayudar a los maestros a mostrar imágenes, textos y videos en paneles de pantallas táctiles con altas resoluciones, convirtiendo el aula en un espacio interactivo. Además, los estudiantes remotos pueden ir de observadores a participantes activos, ya que pueden conectarse con el aula y ver la presentación o las anotaciones de los maestros en tiempo real.
Según un estudio que involucró a estudiantes de ingeniería de educación superior[1], las pizarras interactivas desempeñaron un papel clave en el proceso de aprendizaje de los alumnos, ayudando a promover varios estilos de enseñanza: exploratorio, explicativo, esclarecedor e insercional. Los resultados también muestran que estas pizarras pueden facilitar un "espacio de trabajo conjunto", un ámbito social con diálogo e interactividad estudiantil.
En conclusión, las instituciones del sector educativo tienen que considerar que su cliente es un nativo digital y percibe el mundo de una manera conectada, con expectativas diferentes a las de generaciones anteriores. En Ricoh te podemos ayudar a innovar en este desafío y a encontrar maneras de reinventar la enseñanza y la relación con los estudiantes.
Para más información, póngase en contacto con:
Fernando Maroniene
Vicepresidente de Marketing de Ricoh Latinoamérica
[1] Fuente: Students’ use of the interactive whiteboard during
physics group work. http://www.tandfonline.com/doi/abs/10.1080/03043797.2014.
[1] Fuente:
Active learning increases student performance in science, engineering, and
mathematics. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United
States. http://www.pnas.org/content/111/23/8410.abstract
[2] Fuente:
Allen and J. Seaman. Digital Faculty: Professors, Teaching and Technology. https://www.insidehighered.com/news/survey/digital-faculty-professors-and-technology-2012
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