¿Cómo mantener las buenas personas en su equipo?

Mantener empleados calificados y eficientes en el equipo de trabajo puede ser una de las tareas más complejas de lograr en el entorno de alta rotación de Colombia. Entender como empresa qué hacer para que el personal no sólo permanezca dentro de la organización, sino que además se sienta motivado, y orgulloso de formar parte de ella es esencial para llevar a su compañía hacia el éxito.

Todas las personas son diferentes
Es vital prestar atención a las personas productivas y establecer un acercamiento a cada uno de manera individual. Existen personas que rápidamente logran comprender el proceso que deben llevar a cabo y logran resultados positivos casi inmediatamente.

Otros necesitan un tiempo para acostumbrarse al puesto y aprender los procesos, pero igualmente, después de ese tiempo, pueden convertirse en empleados excelentes (y a menudo, muy estables). Algunas personas son supremamente eficientes y trabajan a muy alta velocidad. Otros pueden dar la impresión de ser mucho más lentos, pero si usted midiera resultados, vería que no se quedan por detrás de los primeros.

Entender las diferencias entre las personas es crucial. Y comprender que la productividad es un factor independiente a las personalidades y características diferenciadoras de cada persona es la primera cosa que cualquier ejecutivo debe tener en mente.

La capacitación es un premio fantástico
Muchos gerentes tienden a cometer un error importante: Mandar a capacitación a las personas cuyos resultados están bajando, en un esfuerzo por compensar los problemas, o “arreglar” a estas personas.

¡Pero la capacitación es, en esencia, un premio! Y cuando los premiados son el equipo que perdió el partido, nadie se esforzará en ganar. Si tiene tres vendedores, uno estelar, uno normal, y uno que está fallando, dele una capacitación al primero, ofrézcasela al segundo con la condición de que, por ejemplo, sus ventas mejoren por tres semanas seguidas (o lo que usted decida), y al tercero… Bueno, si es alguien que ha demostrado ser muy capaz anteriormente, y sea evidente que esté teniendo un bajón temporal, ayúdele, dejando muy claro que es por sus buenos resultados pasados. Y si es alguien que nunca ha despegado, dele un fuerte ultimátum.

Las personas productivas detectan la injusticia fácilmente. Y es de las pocas cosas que realmente les molestan.

Su atención: El premio mayor
Cuando en el ambiente predominan empleados productivos y hábiles, con el tiempo se puede llegar a pensar que el trabajo que éstos realizan ya es del común de cada día. Esto inevitablemente puede acarrear una falta de atención y reconocimiento de los empleados valiosos para sólo enfocarse en los empleados problemáticos e improductivos; socavando de alguna manera la motivación y empeño de sus empleados más valiosos.

Debe entender que, así como la capacitación, el solo hecho de ponerle atención a alguien implica estar premiándolo. Por más que esta “atención” sea un regaño. Un niño que pataletea lo dejará de hacer más rápido si usted lo ignora. Si quiere que sus mejores personas sigan siendo productivos, y sus hijos pataleteen menos, debe darles su atención cuando las cosas vayan como usted quiere que vayan. Y quitárselas, cuando este no sea el caso.

¿Cómo saber si su empresa lo hace bien?
Sencillo: Mida estadísticas. Puede acompañarlas de auditorías internas o encuestas de satisfacción tradicionales, pero siempre debe acompañar estas encuestas de los resultados que crea cada persona que la responda. Si alguien improductivo se queja, no merece que se le dé mucha atención, si su queja no trae alguna buena solución o idea. Pero si alguien altamente productivo dice que hay algo que mejorar, nunca jamás se debería ignorar.

Por supuesto, no tiene que hacer de su empresa una democracia. Todas las opiniones e ideas se deben evaluar competentemente, para decidir si valen la pena. Pero si el más productivo y el menos productivo de la empresa le piden un escritorio nuevo, está claro a quién debería dárselo primero.

Hay personas que intentarán hacer de su empresa un lugar de comodidad pura. Personas cuyo enfoque estará completamente en hacerle la vida fácil a sus empleados, y que gerenciarán solo en función de qué beneficia a cada individuo. Pero si esto se hace a costa de la empresa, llegará un punto en el que el grupo entero caerá, junto al bienestar de todos los individuos en él.

La clave es un buen enfoque en productividad. Y si cuando se comience a enfocar en la gente productiva, se le comienza a ir la gente mediocre que ignora, bueno… Puede que, finalmente, esté mejor sin ellos.

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