¿Qué hay detrás de la Biofilia y por qué deberías unirte?

La conexión con la naturaleza, a través de la biofilia, impacta positivamente en la salud mental, promoviendo la resiliencia y reduciendo los efectos del cambio climático.
La conexión con la naturaleza se ha convertido en un pilar esencial para el bienestar integral, especialmente al considerar su impacto positivo en la salud mental y emocional.

La biofilia, concepto que describe el vínculo entre los seres humanos y el entorno natural, ha ganado relevancia como una respuesta a los desafíos contemporáneos relacionados con el estrés y el aislamiento urbano.

Sandra Ontiveros, docente de Psicología en la Universidad Europea, comenta que:

»A lo largo de la historia, muchas sociedades han encontrado un equilibrio con su entorno, desarrollando prácticas, creencias y rituales que honran y respetan la tierra y sus ciclos. Recuperar ese vínculo nos permite reevaluar nuestra relación con el medio ambiente, fortalecer la cohesión social y reconectarnos con una parte esencial de nuestra humanidad. En las ciudades, donde a menudo nos sentimos desconectados, volver a lo natural también significa reconectarnos con nosotros mismos y con los demás, adoptando una perspectiva más consciente, colectiva y sostenible.»

Beneficios comprobados para la salud

En este contexto, el informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) titulado «Espacios verdes y azules y salud mental» subraya que el contacto con la naturaleza, incluso en entornos urbanos, contribuye significativamente a mejorar el estado de ánimo, fortalecer la resiliencia emocional y reducir los efectos psicológicos del cambio climático.

Además, fomenta la actividad física. De acuerdo con el informe, los beneficios de la conexión con la naturaleza incluyen:

1) Mejora del estado de ánimo:

En un mundo donde el estrés es frecuente, la naturaleza actúa como un refugio terapéutico al reducir los niveles de cortisol, la hormona asociada al estrés, y al mismo tiempo estimular la liberación de serotonina y endorfinas, que están relacionados con la felicidad y el bienestar.

2) Restauración de la atención:

En un entorno digital que exige atención constante, la mente se agota rápidamente. Los espacios naturales permiten al cerebro relajarse, recuperando su capacidad de concentración y mejorando la productividad.

3) Reducción del impacto del cambio climático:

Además de sus efectos ambientales, el cambio climático también afecta el bienestar emocional de las personas, dando lugar a fenómenos como la ecoansiedad.

Este trastorno, generado por el temor al futuro del planeta, puede mitigarse mediante la conexión con la naturaleza, lo cual genera una sensación de esperanza y promueve acciones sostenibles.

4) Fomento de la actividad física:

Los espacios verdes son ideales para la actividad física. Las caminatas, el senderismo y otras actividades al aire libre favorecen la salud física mientras se mantiene un momento de conexión con la naturaleza.

5) Interacción social:

Los espacios naturales también facilitan la interacción social. Estos entornos permiten a las personas reunirse, compartir experiencias y fortalecer lazos comunitarios.

Ya sea en un picnic familiar, una caminata grupal o una conversación en un jardín, estos espacios favorecen la comunicación y el sentido de comunidad.

Iniciativas en Colombia

En un país como Colombia, conocido por su enorme biodiversidad, con 311 tipos de ecosistemas y un 53% de su territorio cubierto por bosques, la oportunidad de fortalecer el vínculo con la naturaleza es significativa.

Este enfoque se refleja en proyectos como el del Hospital Fundación Valle del Lili en Cali, que ha integrado el diseño biofílico para crear un entorno hospitalario que favorece la recuperación de los pacientes mientras reduce el impacto ambiental.

En Cartagena, el proyecto de arquitectura biofílica liderado por Grupo Attia ejemplifica un modelo de urbanismo sostenible que incorpora la naturaleza dentro de los espacios habitacionales para mejorar la calidad de vida de los residentes.

Sandra Ontiveros concluye que:

»Integrar elementos naturales en construcciones, espacios públicos y ambientes privados aporta a ese equilibrio: mejora la salud mental al reducir el estrés y favorecer el bienestar emocional; fortalece la salud física al incentivar el movimiento y la actividad; y potencia la salud social al facilitar encuentros, vínculos y sentido de comunidad. La biofilia, entonces, no es solo una corriente estética o arquitectónica: es una estrategia eficaz de promoción y prevención en salud pública. En un país como Colombia, donde la biodiversidad es una de sus mayores riquezas, reconectar con la naturaleza en la vida diaria es también un compromiso con el bienestar colectivo».

Así, la conexión con la naturaleza va más allá del disfrute personal, transformándose en un compromiso con la salud del planeta y las generaciones futuras.

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